La Policía Nacional arrestó ayer por la tarde en Ciutadella, en Menorca, a cuatro presuntos implicados en el tiroteo de Son Banya, con lo que se elevó a seis la cifra de detenidos. Anoche no se descartaba que se produjeran más arrestos. Las diferencias entre dos clanes de narcos que habían hecho negocios entre ellos provocó el tiroteo mortal. La víctima, Josefa Moreno Cortés, de 45 años, conocida como La Parrala y sobrina de La Paca, recibió un disparo de revólver en la cabeza que le provocó la muerte cuando era atendida en Son Llàtzer. La Policía detuvo la misma noche del crimen a dos traficantes hermanos, José y Manuel Ortega Santiago, de 31 y 21 años, por su implicación en el homicidio. El primero de ellos, apodado El Farru, permanecía ayer ingresado en Son Dureta tras recibir un disparo que no se descartaba que hubiera sido disparado accidentalmente por alguno de sus acompañantes o él mismo, aunque no se temía por su vida. La Policía seguía en máxima alerta para evitar represalias tras el crimen.

Los hechos ocurrieron hacia las once de la noche del lunes. Un coche en el que iban al menos cuatro personas se adentró en el poblado de Son Banya y se dirigió hacia la vivienda de la víctima. Uno de los ocupantes del turismo disparó entonces con un revólver contra La Parrala y huyó del lugar. El disparo, que según reveló la autopsia fue realizado desde una distancia superior a cinco metros, impactó en la cabeza de la mujer, que quedó malherida. Sus allegados la trasladaron por sus propios medios a Son Llàtzer, donde falleció mientras los médicos la atendían.

Ajuste de cuentas

El despliegue policial fue inmediato. Mientras algunas patrullas de la Policía Local y Nacional acudían al poblado para iniciar las pesquisas sobre lo ocurrido, una treintena de agentes de ambos cuerpos se desplegó en las inmediaciones de Son Llàtzer con el fin de evitar nuevos incidentes. Fue precisamente allí donde se localizó a los dos sospechosos, hermanos y conocidos narcotraficantes. Uno de ellos, José Ortega, El Farru, había recibido un tiro en el costado y ambos habían acudido al hospital para que lo atendieran. Su hermano Manuel fue sorprendido por un vigilante de seguridad cuando trataba de ocultar dos revólveres y una caja de munición entre unos arbustos, y en su coche se encontraron varias armas blancas. Ambos quedaron detenidos por su presunta implicación en el homicidio. Ayer, José permanecía ingresado en Son Dureta y su estado era estable, mientras Manuel seguía en dependencias policiales a la espera de ser interrogado.

La investigación, que ha sido asumida por el grupo de Homicidios, apunta a que el crimen obedeció a un ajuste de cuentas. El clan de El Farru y el de La Parrala –ambos con antecedentes relacionados con el narcotráfico– habían hecho negocios de drogas entre ellos y según esta hipótesis, sus desavenencias habrían desembocado en el tiroteo mortal de anteanoche.

Otros cuatro presuntos miembros del clan de El Farru intentaron huir y ayer tomaron el ferry de Alcúdia a Ciutadella. A su llegada a Menorca fueron detenidos por la Policía. Las investigaciones avanzaban y no se descartaban nuevos arrestos. La Policía se mantenía en estado de máxima alerta por el temor a que puedan producirse actos de venganza tras la muerte de La Parrala.

El velatorio de Josefa Moreno se celebró ayer por la tarde en el cementerio de Bon Sosec. El patriarca de Son Banya, Gabriel Cortés, tío de la fallecida, declaró allí a Efe que consideraba "normal" que los familiares vengaran esta muerte. "Si vemos al asesino por aquí le mataremos", manifestó.