Un tiroteo sacudió anoche la aparente calma de Son Banya. El enfrentamiento, que la Policía atribuía inicialmente a un posible ajuste de cuentas, se saldó con una mujer muerta tras recibir un disparo en la cabeza y un hombre con una herida en el costado. Agentes de la Policía Local arrestaron poco después en el hospital de Son Llàtzer a un presunto implicado en la reyerta, a quien se le intervinieron dos revólveres y numerosas armas blancas. Tras el incidente, numerosas patrullas de la Policía Local y Nacional se apostaron en la entrada del poblado y en Son Llàtzer, donde la tensión era palpable.

Según confirmaron anoche fuentes de la Policía Nacional, el tiroteo se registró sobre las once de la noche, en el interior del poblado. De acuerdo con la información, todavía provisional, con que contaba la Policía, varias personas ajenas al poblado se habían presentado en Son Banya, y habrían atacado a las víctimas, en lo que se interpretaba como un posible ajuste de cuentas. Los otros habrían respondido a la agresión, al parecer también con armas de fuego, y se habría producido un intercambio de disparos.

Fallecida en Son Llàtzer

El enfrentamiento se saldó con una mujer con una herida de bala en la cabeza y con un hombre con una herida en un costado, que anoche no se sabía si era de bala o de arma blanca. Cuando las ambulancias, tras recibir las primeras informaciones sobre lo ocurrido, acudieron al poblado, ya no encontraron heridos allí. Los dos habían sido trasladados al hospital de Son Llàtzer en coches particulares.

Poco después se confirmó que la mujer había fallecido a consecuencia del disparo, mientras que el hombre herido sufría lesiones leves.

La Policía Nacional y la Local se desplegaron anoche, tanto en el poblado como en el hospital, donde se concentraron decenas de vecinos del poblado, la mayoría familiares de la fallecida y el herido.

En el hospital fue arrestado poco después un hombre, que fue visto por varios testigos cuando intentaba ocultar unas armas. Cuando los agentes le interceptaron descubrieron que llevaba encima dos revólveres, pero en su coche encontraron varias armas blancas más. Su implicación en el tiroteo no había quedado aclarada.

Antes de la medianoche se concentró en la entrada de Son Llàtzer una cincuentena de vecinos de Son Banya, custodiados por un impresionante despliegue policial. Una veintena de agentes de la Policía Nacional y Local vigilaba las instalaciones sanitarias, para evitar que pudieran reproducirse los enfrentamientos. La Policía se desplegó también en los accesos al poblado, donde numerosos residentes permanecían en la calle.