Según ha informado hoy la Policía, los cuatro detenidos causaron con su actividad ilícita un perjuicio económico de 50.000 euros a una entidad financiera de la que lograron que les expidiese las tarjetas de crédito, a partir de la documentación que ellos mismos falsificaban.

En concreto, los detenidos creaban supuestamente documentos de identidad y tarjetas de residencia portuguesas, que aprovechaban para abrir libretas de ahorro o cuentas corrientes en entidades bancarias, a las que luego solicitaban una tarjeta de crédito, con la que compraban muebles o artículos varios que después revendían.

También utilizaban al parecer los documentos falsificados para conseguir certificados que acreditaban la condición de ciudadanos de la Unión Europeo o de asignación de número y alta en la Seguridad Social, y falsificaban nóminas para acreditar medios económicos.

Los cuatro detenidos, que al parecer formaban la red desarticulada ahora desde agosto de 2008, están acusados de los delitos de falsedad documental y estafa.