Un joven de 23 años de edad, Antonio V.H., ha sido detenido en Palma tras tirar por la ventana de un tercer piso el perro de su compañera, un ratero mallorquín de seis meses. Según relataron fuentes policiales, el arrestado había estado todo el día de fiesta y llegó a su casa de la calle Neopatria de la Playa de Palma el sábado, sobre las diez de la noche, en evidente estado de embriaguez.

Así, el arrestado entró en la vivienda, que comparte con otros tres jóvenes, y empezó a tirar por el suelo varios objetos. Entre otras cosas, rompió el aire acondicionado, una cristalera y figuras de decoración. Algunos vecinos certificaron que antes de que arrojara al perro por la ventana, escucharon ladridos procedentes del interior de la vivienda.

Luego, observaron como el individuo lanzaba por la ventana al animal que se golpeó contra el suelo en la zona de la piscina. El perro pertenece a una chica que comparte vivienda con Antonio V.H., quien arrojó el can desde unos doce metros de altura.

Dos compañeros de piso, que estaban en la piscina, se encontraron al perro en el suelo junto a otros vecinos que habían presenciado los hechos e intentaban reanimar al can, que estaba agonizando.

Los jóvenes llamaron a su compañera de piso, dueña del perro, que media hora antes había salido a trabajar. Tras darle aviso, los chicos intentaron abrir la puerta de su vivienda pero el detenido se lo impidió.

Una vez alertado de que se había dado aviso a la Policía, abrió voluntariamente. Se encontraron la casa llena de desperfectos: manchas de sangre, cristales por el suelo, figuras de decoración rotas... Poco después, una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía se personó en las viviendas de la calle Neopatria de la Playa de Palma.

Ya detenido por maltrato animal y daños, el joven de 23 años no quiso declarar alegando que no se acordaba de nada.

Muy grave

El novio de la propietaria del ratero mallorquín, que en el momento del suceso se encontraba trabajando, se llevó al animal al veterinario. El perro se encontraba en un estado muy grave y el especialista aseguró que necesitaba una intervención quirúrgica de urgencia para salvarle la vida. Las fuentes policiales que informaron del caso no pudieron desvelar el estado del animal.

El veterinario informó que debido a las lesiones, el coste de la intervención sería bastante elevado. La dueña decidió operarle y avanzó que llevará el caso por vía civil para que su compañero de piso, que arrojó por la ventana al pequeño animal tras llegar a casa bajo los efectos del alcohol, acarreara con el coste de la intervención.