La fiscalía reclama penas que suman siete años de prisión para tres jóvenes regatistas rusos que forman parte de la tripulación de la embarcación Valars, que compite en la 28ª Copa del Rey de vela en Palma, por presuntamente enfrentarse a ocho policías el pasado miércoles en el Paseo Marítimo. Los deportistas, identificados como Roman K., Nikita K. y Denis R., están acusados de un delito de atentado y varias faltas de lesiones. El ministerio fiscal solicita para el primero de ellos una condena de tres años de cárcel, mientras que para los otros dos pide dos años de prisión. Además, la acusación también reclama varias penas de multa y diversas indemnizaciones que oscilan entre los 630 y 150 euros por las lesiones que supuestamente causaron a los agentes. Los navegantes acusados han negado los hechos y han explicado que fueron los policías quienes les golpearon con sus defensas cuando regresaban al hotel.

El abogado de los regatistas profesionales que compiten en la clase Transpac 52, considerada como la Fórmula 1 del mar, Alberto García, solicita la libre absolución de los deportistas al mantener que ellos no atacaron a la Policía. El juicio contra los navegantes debía celebrarse ayer en el juzgado de lo penal número 4 de Palma, pero finalmente la vista se suspendió y se fijó para las próximas semanas. Los acusados estuvieron acompañados por el cónsul ruso en Barcelona, Yuri Kovalko, que se interesó en todo momento por la situación de los regatistas. Además, un canal de televisión ruso se desplazó expresamente a la isla para cubrir la noticia.

Los tres jóvenes ayer no pudieron participar en la regata, pero esperan poder continuar con la prueba deportiva en los próximos días. Uno de ellos se encuentra de baja por los golpes que sufrió durante el enfrentamiento con la Policía. Los sospechosos han aportado los partes médicos en los que constan las lesiones que sufrieron.

Los hechos tuvieron lugar el pasado miércoles de madrugada en el Paseo Marítimo, junto a una conocida discoteca de Palma. Una patrulla de la Policía Nacional se percató de la presencia de tres jóvenes en actitud sospechosa en plena calle sobre las tres y media de la madrugada. Según la versión de la fiscalía, todos ellos se hallaban en un gran estado de excitación y alboroto. Cuando los agentes se aproximaron a ellos y les pidieron su documentación para poder identificarles, los jóvenes presuntamente reaccionaron de forma violenta y la emprendieron a golpes contra la Policía. Según la tesis de la acusación, los agentes recibieron patadas y puñetazos y tuvieron que pedir refuerzos a otros compañeros ante la violencia que emplearon los sospechosos. Uno de los jóvenes pudo ser reducido allí mismo, otro fue alcanzado en la otra acera del Paseo Marítimo cuando trataba de escapar y el tercero logró huir. Los policías montaron un dispositivo de vigilancia y, horas después, sobre las seis de la mañana, lo localizaron en la zona de Son Armadans. El joven emprendió la huida a la carrera y saltó por un muro hacia el jardín de un chalé. Allí fue arrestado, si bien también ofreció una fuerte resistencia. Los tres detenidos fueron puestos a disposición judicial el miércoles por la tarde y quedaron en libertad.

Los regatistas indicaron que fueron agredidos brutalmente por la Policía cuando regresaban a su hotel. Según su versión, los agentes armados con porras les rodearon y empezaron a golpearles sin ninguna explicación. Los deportistas se han declarado inocentes y dicen que las acusaciones son falsas.