Los padres de un niño de ocho años de edad, de nombre Sebastián, denunciaron ayer por la mañana la desaparición de su hijo. La Policía de Palma desplegó todos sus efectivos, incluido el helicóptero, para localizar al menor, que afortunadamente fue localizado sano y salvo en un bar próximo a Son Moix, en Palma. No se sabe dónde pasó la noche el niño, ni con quién estuvo acompañado. Son datos que está intentando averiguar la Policía.

La denuncia por la desaparición fue presentada por los padres, que son de nacionalidad dominicana. Esta familia vive en las proximidades de la calle Jesús. Los padres permiten que el niño salga solo de casa, ya que suele reunirse con varios amigos en el parque de sa Riera, en Palma, según explicaron los progenitores a la Policía.

El pasado martes no fue una excepción. Sebastián salió de casa y se dirigió hacia el citado parque. Sus padres les habían indicado que sobre las ocho de la tarde debía regresar a casa. Hasta ese día el menor había cumplido con los horarios. Pero el pasado martes no fue así. A la hora indicada de vuelta a casa el menor no apareció, lo que provocó la lógica preocupación a los padres, que iniciaron su búsqueda.

Los progenitores acudieron al parque de sa Riera y hablaron con otros menores que conocían a su hijo. Les confirmaron que, en efecto, Sebastián había estado jugando la tarde del martes en el parque. También le indicaron que un amigo suyo le había invitado a subir a su casa a jugar. Sebastián le había acompañado. Era la última vez que le habían visto. Los padres localizaron a este amigo, que dijo que Sebastián se había marchado de su casa y no lo había vuelto a ver.

Los padres no consiguieron encontrar a su hijo en toda la noche. Por la mañana acudieron a la Policía a pedir ayuda. Entregaron una fotografía del niño y facilitaron sus características físicas, así como una descripción de las ropas que llevaba. El niño presentaba una pequeña cicatriz al lado del ojo derecho y un diente incisivo quebrado. En el momento de su desaparición iba vestido con una camiseta sin mangas de color azul, unos pantalones piratas con bolsillos laterales, una gorra de color gris y unas zapatillas deportivas oscuras.

Se pensó lo peor

La Policía movilizó varios grupos ya que desde el primer momento se pensó lo peor. Varias patrullas realizaron una búsqueda por la zona donde había desaparecido. Eligiendo como punto de partida el parque de sa Riera, los agentes realizaron amplias batidas por los solares más próximos a esta zona de Palma. Los agentes patearon los alrededores palmo a palmo, ante la posibilidad de que Sebastián hubiera podido sufrir una caída que le habría dejado inconsciente. También se inspeccionó el subsuelo de la zona en busca de alguna pista, que bien podría haber sido una prenda, que ayudara a su localización. Los policías contaron con el apoyo aéreo del helicóptero, que sobrevoló varias veces la zona de búsqueda, aunque no se encontró pista alguna de su paradero. Mientras los agentes seguían pateando los solares próximos al antiguo canódromo el menor apareció por la tarde en un bar situado en la zona de Son Moix. Sebastián se encontraba en perfecto estado. El niño contó espontáneamente que había pasado la noche en casa de un amigo. Sin embargo, la Policía estaba pendiente de volver a hablar con él para determinar con quién y dónde estuvo durmiendo. Los investigadores temen que se encontró con algún adulto y le convenció para que no volviera a su casa.