El fiscal solicita una pena de cuatro años y medio de prisión para un acusado de haber atracado un banco el pasado mes de marzo en la localidad de Lloret de Vistalegre. El presunto ladrón confesó ayer ante la magistrada del juzgado de lo penal número 7 de Palma haber asaltado la sucursal ya que necesitaba 500 euros porque pasaba por problemas económicos. El sospechoso reconoció que cometió "un error", dijo sentirse "totalmente arrepentido" y añadió que se entregó a los investigadores en Inca, horas después del atraco, a quienes devolvió al momento unos 1.100 euros que había robado. El supuesto asaltante, que actuó armado con una pistola simulada, llevaba una gorra y gafas de sol oscuras para tratar de ocultar su rostro. Ayer al mediodía, durante la primera sesión del juicio, el procesado se puso estos complementos a petición del fiscal. Los hechos enjuiciados se remontan al pasado 12 de marzo, sobre las diez y media de la mañana, cuando el sospechoso presuntamente irrumpió en la oficina del BBVA de Lloret y le mostró un revólver falso a una empleada. "Me apuntó con la pistola y me dijo que quería 500 euros", manifestó la víctima, quien explicó que su cara le resultó "muy familiar". Se trataba de un cliente que minutos antes había entrado en la sucursal para pedir cambio. El imputado se apoderó de 1.350 euros de dentro de un cajón que él mismo abrió, según la trabajadora. El hombre, de 51 años y que se encuentra en prisión preventiva, admitió que llevaba una pistola de juguete en la mano y que le dijo que necesitaba solo 500 euros.