Un hombre de 46 años fue juzgado ayer en Palma por robar un coche en Son Ferriol con un anciano dentro y presuntamente apoderarse de unos 1.100 euros y unas gafas de sol que estaban en el interior del vehículo. El acusado confesó ante la magistrada la mayor parte de los hechos y dijo que se hallaba bajo la influencia de las drogas. El sospechoso admitió haber arrancado el turismo y haber circulado varios metros con el anciano como ocupante. Luego, le obligó a salir y huyó hacia el poblado de Son Banya, donde finalmente fue detenido por la Policía.

El fiscal solicitó para el procesado una pena de tres años de prisión al considerarle responsable de un delito de robo con violencia e intimidación. Además, apreció la circunstancia atenuante de toxifrenia al mantener que el hombre actuó con sus facultades disminuidas, pero no anuladas, por su dependencia de los estupefacientes. Por su parte, el letrado de la defensa reclamó la libre absolución de su representado al destacar que este no había empleado violencia durante el robo del coche y que, además de ser toxicómano en proceso de rehabilitación, padece una minusvalía del 80 por ciento.

Los hechos ocurrieron el pasado 5 de agosto de 2004 cuando el imputado sorprendió al anciano, que estaba delicado de salud y sufría del corazón, dentro de un coche estacionado en Son Ferriol. Según el acusado, tenía el "mono" y, al ver el turismo con las llaves puestas y un hombre en su interior, se aproximó y entró en el vehículo. "Él me bloqueó el volante y tuve que frenar para no estrellarme. Le abrí la puerta y le dije ´bájese´ y se bajó", declaró el sospechoso, quien negó haber forcejeado y agredido a la víctima. El procesado admitió haber cogido dinero y marcharse a Son Banya con el Ford Escort hasta que chocó con un montículo de arena. La hija del perjudicado, quien ha fallecido, apuntó que dejó a su padre en el coche con la puerta abierta porque hacía mucho calor. Según una declaración anterior del hombre, el ladrón le dijo que era policía.