Una joven de 25 años fue arrestada el pasado lunes en Palma después de que arrojase al suelo a su hija de tres años, que sufrió heridas en la cabeza y tuvo que ser hospitalizada, para tratar de huir tras ser sorprendida cuando robaba en una tienda. La mujer está acusada de un delito de malos tratos y una falta de hurto.

Los hechos, según explicó ayer la Policía, ocurrieron el lunes a mediodía en un comercio del paseo del Born. Una mujer que se encontraba en la tienda junto a sus dos hijos, de tres y seis años, fue sorprendida por varios vigilantes cuando trataba de llevarse algunas prendas sin pagarlas.

Los vigilantes de seguridad del local y varios policías no tardaron en interceptarla. La mujer reaccionó de forma violenta y se encaró a ellos. De pronto, la mujer arrojó al suelo a su hija de tres años, a la que llevaba en brazos, en un posible intento de distraer a los agentes para lograr escapar. Pero no logró su propósito y fue detenida allí mismo.

La pequeña sufrió un fuerte golpe en la cabeza y tuvo que trasladada en ambulancia a un centro médico, donde permaneció varias horas antes de ser entregada a su padre. La mujer también tuvo que ser evacuada al padecer una crisis nerviosa, y posteriormente fue conducida a la Jefatura de Policía para ser interrogada por lo ocurrido.