Alexander Litvinenko, ex teniente coronel de los servicios secretos rusos, rindió un último tributo a la policía española. Seis meses antes de morir envenenado por una dosis de Polonio 210, según explicaba ayer el diario El País, contactó con policías españoles y la cita tuvo lugar, poco después, en una ciudad europea. Litvinenko se había caracterizado por criticar los métodos empleados por Putin para acceder al poder y su muerte accidental provocó un auténtico escándalo internacional. Seis meses antes de aquello explicó a los investigadores españoles qué papel desempeñaban ciertos hombres de negocios involucrados con la mafia rusa. Algunos de ellos vivían en España. A partir de esta entrevista y de un informe de la inteligencia de la guardia civil, la Fiscalía Anticorrupción española pudo ejecutar la mayor operación habida hasta el momento contra la mafia rusa.