Tiene 24 años. Hace un año y un mes que dispone de carné de conducir y, a pesar de su corta experiencia al volante, acumula múltiples antecedentes policiales por infracciones y delitos relativos a la seguridad del tráfico. Cuenta con tres detenciones por conducir ebrio y ha causado tres accidentes de circulación en Palma. Además, la Policía Local de Palma le ha denunciado en estos últimos meses por circular de forma negligente y realizar una competición de velocidad. Este conductor temerario duerme desde el pasado jueves en la prisión. El miércoles presuntamente protagonizó un grave siniestro en el Camí dels Reis y se dio a la fuga dejando malherido y con la pierna semiseccionada a un motorista. Admitió que se puso nervioso y por ello se marchó del lugar. "Si me quedaba, me jugaba la cárcel", declaró ante el fiscal. También confesó que había bebido alcohol y que había fumado porros. "Sabía que me iban a detener", agregó sin contemplaciones.

David G.N. fue sorprendido a los pocos minutos de arrollar al motorista, de 62 años, en las inmediaciones de La Vileta. Un agente de la Policía Local de Palma lo descubrió en plena calle cuando limpiaba el coche, un Toyota Corolla de color gris, que estaba manchado de sangre y de varios restos orgánicos. El joven limpiaba con un papel la puerta anterior izquierda del turismo, la zona en donde se produjo el impacto con la víctima. Según fuentes policiales, se apreciaban salpicaduras de sangre y considerables fragmentos de tejido muscular incrustados en las bisagras de la puerta delantera. El sospechoso alegó que limpiaba el coche porque era de la madre de un amigo suyo, quien al parecer cogió las llaves sin permiso. Además, incluso el propio conductor presentaba restos biológicos, pertenecientes al herido, en la cabeza, hombros y espalda. Los investigadores sospechan que circulaba con la ventanilla bajada en el momento del atropello y, cuando se produjo el impacto, le salpicó la sangre del motorista.

La víctima quedó en estado crítico. Ingresó en el hospital de Son Dureta con una fractura en un brazo, fractura de costillas, contusión hepática, contusión pulmonar y una gran hemorragia en la pierna izquierda que quedó semiseccionada y por la que su vida peligraba. Ayer por la tarde, el motorista permanecía en estado grave en reanimación.

Encarcelado por la tarde

Por su parte, el conductor detenido pasó a disposición judicial el pasado jueves por la tarde y el magistrado de guardia ordenó que fuera encarcelado. La fiscal reclamó prisión provisional sin fianza para el joven debido a la gravedad de los hechos y para evitar una reiteración delictiva. En un principio, el sospechoso está acusado de los delitos de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y drogas, conducción temeraria, lesiones y omisión del deber de socorro. El ministerio fiscal destacó que el joven, con sólo un año y un mes de tenencia del permiso de conducir, ha sido detenido tres veces por alcoholemia y en el momento del siniestro del Camí dels Reis dio una tasa positiva de alcohol en sangre de 0,61. Además, reconoció haber bebido vodka, cervezas y haber fumado porros. La Policía Local de Palma cree que iba a gran velocidad y que luego trató de desprenderse de las pruebas orgánicas y la sangre de la víctima al limpiar el coche. También, supuestamente se deshizo de las botellas de alcohol que llevaba en el vehículo junto con otros dos muchachos.

El arrestado explicó que ese día, el miércoles sobre las siete y cuarto de la mañana, se dirigía a La Vileta a por tabaco. Confesó a los investigadores policiales que llevaba sin dormir unas "veinte horas" y que había bebido alcohol. Según su versión, a la altura del número 130 del Camí dels Reis, el coche se le descontroló e impactó contra un motorista. Al darse cuenta del atropello, se puso nervioso y se marchó del lugar, cosa que fue presenciada por varios testigos. El sospechoso apuntó que los dos acompañantes fueron quienes tiraron las botellas que llevaban en el coche. El joven admitió que es consciente del peligro que suponía circular en ese estado de ebriedad y que no esperaba que fuera tan grave el atropello al motorista de 62 años.