El magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, y el fiscal Adrián Salazar ya han comenzado a tomar declaración a una decena de detenidos del Clan de La Paca, entre los que se encuentra la propia matriarca y sus hijos, el Ico y la Guapi, arrestados el pasado miércoles junto a otras 22 personas pertenecientes a los clanes de la Paca y el Moreno, en el marco de la operación Kabul contra la venta de droga desarrollada en el poblado gitano de Son Banya, Son Gotleu, La Soledat, Can Valero y el municipio de Capdepera.

Así, el magistrado comenzó sobre las 17:30 a tomar declaración a los arrestados en los Juzgados de Vía Alemania, adonde han pasado esta tarde tras permanecer desde el pasado miércoles en a los calabozos de la Policía Nacional. Por orden del Juez Decano de Palma se ha desplegado un gran dispositivo policial por parte para evitar posibles altercados provocados por los familiares de los arrestados.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Baleares informaron a Europa Press de que los interrogatorios se podrían alargar hasta la madrugada, dado el gran número de detenidos que deberán prestar declaración -21 en total, informaron desde el TSJB- .

La operación se saldó con la incautación de ocho kilos de cocaína y tres de heroína, de los que el miércoles se aprehendieron dos kilos de cocaína y 750 gramos de heroína, así como varias armas, siete vehículos de alta gama, 30 caballos de carreras, 500 gallos de pelea, diversas joyas y 600.000 euros en metálico, de los que 330.000 se encontraban ocultos en la vivienda de la Paca.

El delegado del Gobierno, Ramón Socías, explicó ayer que una vez que el clan de la Paca recibía la droga adquirida en la península, la vendía en los cinco puntos citados, ubicados estratégicamente, de forma que los consumidores podían comprar las papelinas desde el exterior de las chabolas, a través de las ventanas de sus vehículos, facilitando que las transacciones se pudieran realizar a cualquier hora del día o de la noche.

Socías remarcó que esta operación pone de manifiesto que "la impunidad se ha acabado en Son Banya" y confió en que en esta ocasión, "se produzcan condenas severas", así como que no haya pactos.