Las campanas de la Seu sonaron, ayer al mediodía, durante cinco minutos, desde las 12:00 horas a las 12:05, al mismo tiempo que otras cerca de mil torres y templos de Europa. El motivo de este peculiar y breve concierto es reclamar que el toque manual de campanas sea declarado por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, que sirve también para conmemorar el Año Europeo del Patrimonio Cultural 2018.

El tañido de las campanas, que se coló por los rincones más cercanos al barrio de la Seu, reunió ayer a algunos curiosos en la puerta de entrada de la Seu que atendieron el breve e inusual concierto. La mayoría de ellos turistas que en aquel momento se encontraban cerca de las inmediaciones de la Catedral, algo que ya evidencia el inicio de la temporada turística. Varios de los presentes optaron por inmortalizar el momento con sus teléfonos móviles.

La Catedral de Palma tiene nueve campanas, y cada una de ellas tiene su nombre: n'Eloi, na Bàrbara, n'Antònia, sa Nova, na Mitja, na Tèrcia, na Matines, na Prima y na Picarol.

Patrimonio cultural inmaterial

El patrimonio cultural inmaterial no se limita solamente a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también tradiciones o expresiones vivas heredadas, como tradiciones orales, artes del espectáculo, rituales o actos festivos. El Cant de La Sibil·la, por ejemplo, fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en noviembre del año 2010.La fiesta de las Fallas de Valencia también se declaró, en 2016 Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.