De las 6.499 piezas de moda que se conservan en Cataluña, solo un 6% está al alcance del público. El proyecto Museu Virtual de la Moda de Catalunya, en el que participa la museóloga mallorquina Sandra Rebassa, tiene la intención de dar a conocer este patrimonio olvidado a través de una plataforma web que será "intuitiva y visual, con rasgos similares a las webs para comprar ropa. También permitirá la búsqueda por colores, texturas o tipos de pieza", explica Rebassa. La primera fase del proyecto de museo virtual se lanzará en la red este jueves, y presentará cerca de 600 piezas que son, sobretodo, de indumentaria femenina y masculina adulta, "aunque nos gustaría ampliar el contenido con piezas infantiles o de trabajo", remarcan.
El proyecto es una idea de la doctora en Historia del Arte Laura Casal-Valls, que durante su tesis descubrió la cantidad de piezas custodiadas por museos locales que no habían sido "estudiadas debidamente". "Muchas de estas piezas están poco o nada documentadas, mal catalogadas y nunca han sido expuestas", apunta Casal-Valls, directora del museo. El Museu Virtual de la Moda de Catalunya pretende resolver estos aspectos y acercar al público estos bienes culturales, "porque hablan de la historia de una sociedad, de su historia técnica, de su historia industrial, del comercio, de la historia de género. Es un bien muy completo", desgrana la directora.
Rebassa, que participa en la creación de la plataforma del museo virtual, además de en la edición de textos y contenidos, comenta que el hecho de que este museo sea virtual permite, por ejemplo, "que las piezas sean de alcance público pero sigan estando en los mismos museos, de manera que la pieza no pierde el vínculo local del patrimonio. A la vez, permite romper con la idea tradicional de museo, dando al visitante-usuario la oportunidad de interactuar con los bienes culturales de una manera mucho más dinámica". Además, la mallorquina señala que "la intención es crear un gran repertorio virtual en el que confluyan todas la piezas y el usuario pueda crear sus propios relatos, acercándonos así al reto social del acceso universal al patrimonio".
Aunque el proyecto de Casal-Valls sea online, la doctora no considera que estos sean los museos del futuro, sino más bien como una herramienta de la que los museos físicos se pueden servir. "Nosotras creemos en la institución-museo, pero pensamos que se tienen que revisar algunos formatos", resume.
