Diario de Mallorca

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Entrevista

"Muchos ya han borrado la imagen negativa que tenían del Palau"

"Nuestro objetivo es complementar la oferta cultural de la ciudad (...) No rivalizamos con el Auditòrium"

Ramón Vidal, director general del Palau de Congressos de Palma. b. ramon

Tras el éxito de Ainhoa Arteta, ¿qué otros grandes espectáculos acogerá el Palacio de Congresos en 2018?

No es habitual que un concierto de un solista tenga tanta afluencia de público como el que logró Ainhoa Arteta. Arrancar el 2018 con un gran concierto como el suyo ha sido algo fenomenal para nosotros y también para el productor del mismo, Xisco Blanco. Tras las dos representaciones del Russian Classical Ballet, las del Cascanueces y El lago de los cisnes (25 y 26 de enero), llegarán Carmina Burana, el 23 de febrero, y el tenor Eduardo Aladrén el 7 de abril.

¿Qué criterios se siguen a la hora de programar espectáculos en el Palacio?

La agenda cultural la tenemos que hacer a muy corto plazo. No podemos trabajar en el largo plazo ni en las grandes producciones porque la razón de ser del Palacio son los congresos nacionales e internacionales y los grandes eventos corporativos que traen gran afluencia de público de fuera a alojarse a la isla.

¿Están abiertos a cualquier disciplina?

Sí. Programaremos música clásica, teatro, danza... cualquier tipo de evento de carácter cultural.

¿Aspira a conseguir un público fiel que siga los actos culturales del Palacio de Congresos?

No es uno de nuestros objetivos. El objetivo es complementar la oferta cultural de la ciudad y dar más opciones en materia de cultura.

¿Cuál ha sido la respuesta de los mallorquines ante los primeros seis meses del Palacio de Congresos?

La respuesta de los mallorquines está siendo muy positiva. Aquellos que entran por primera vez en el Palau se ven sorprendidos por la arquitectura. Cuando tienes solo la valoración del exterior y de tantos años que se ha tardado en abrirlo, y entras en el Palau, te sorprende la arquitectura, la calidad y la majestuosidad del edificio. Creo que en estos meses ha cambiado muchísimo la percepción que se tenía del Palacio y la imagen negativa que se tenía de él muchos mallorquines la han borrado. Las sensaciones, ahora, son otras. Hemos conseguido el objetivo de que la gente viva el Palau como suyo y con orgullo, que para eso fue construido, para aportar valor en lo social y económico a la ciudad.

¿Cuánta gente ha pasado por el Palacio?

En 2017 hubo más de 30.000 asistentes a eventos, tanto culturales como corporativos, congresos y convenciones. El balance es muy positivo. Nos hemos centrado en promocionar el Palacio en Europa y generar un impacto rápido en el mercado.

¿Dónde reside la magia de un auditorio como el del Palacio?

La capacidad del auditorio Illes Balears es uno de sus puntos fuertes, con un aforo de 1.978 butacas. También lo son su gran escenario, la calidad de los materiales, la arquitectura que envuelve el auditorio y su acústica, excepcional.

¿El Palacio de Congresos sigue en la carrera del premio Pritzker, el Nobel de Arquitectura?

Lo desconozco porque esta es una cuestión del arquitecto (Patxi Mangado). Aunque es cierto que siempre se ha hablado de ello, porque es un edificio con categoría suficiente como para optar a un premio tan importante. Sí hemos recibido el Premio Nacional de Arquitectura, en 2017, un galardón muy potente.

¿Qué piropos lanzaron los Reyes el día de la inauguración?

Los Reyes quedaron impresionados por la arquitectura y la ubicación del edificio, y por sus ventanales, encima de la playa de Can Pere Antoni.

Una playa que degrada la imagen de Ciutat.

Bueno… Creo que un año más, este ha tenido la bandera azul, aunque la quitaron al final del verano por culpa de vertidos. Eso hay que evitarlo, pero por lo que yo sé la playa ahora mismo tiene muy buena calidad y en líneas generales se mantiene limpia y con buenos servicios. Creo que ya no es lo que era.

¿No se ha bañado todavía en ella?

No, no he tenido ocasión, pero veo que siempre hay mucha gente disfrutando de la playa o haciendo deporte. Es un lujo tener una playa como la de Can Pere Antoni en el casco urbano, pero hay que mantenerla correctamente y evitar los vertidos.

¿Qué relación mantienen con los otros espacios culturales de Ciutat?

Nuestras relaciones son cordiales con todos. Insisto, nosotros complementamos la oferta cultural de la ciudad.

En primera línea de mar también está situado el Auditòrium de Palma. Ainhoa Arteta y la Simfònica podrían haber actuado allí. ¿No hay rivalidad?

No, no hay rivalidad, todo lo contrario. Creo que para el Auditòrium somos rotundamente complementarios, y beneficiosos para el fomento de la cultura de los ciudadanos. Cuanto más seamos, más oferta y posibilidades para los ciudadanos a la hora de elegir.

¿Qué haría usted con el edificio de GESA, vecino del Palau?

Estéticamente, el edificio me gusta. Lo que no me gusta es su estado de abandono actual. No da buena imagen, porque está en la entrada de la ciudad y se debería hacer algo para corregirlo. Con no muchos recursos, se podría mejorar.

¿La Caja de Música sería un vecino ideal?

Por supuesto. Es muy positivo desarrollar la zona de Nou Llevant y hacerlo de forma ordenada, que aporte valor a la ciudad, con servicios y oferta cultural, que no sea solo un barrio residencial. El Palau es un gran motivo para que esto se acelere. La zona es extraordinaria, con una ubicación estratégica para desarrollar proyectos empresariales, servicios, cultura...

¿Palma suspende en turismo cultural más allá de los meses de mayo a agosto?

No sé si suspende o aprueba pero hay que apostar por el turismo cultural. Hay que apostar por la gastronomía, la cultura y otros valores muy potentes que quizás en otros momentos hemos dejado de lado. Hay mucho por hacer en este sentido.

¿Los hoteleros también son generadores de cultura?

Deben serlo. En Meliá lo llevamos muy claro y nos preocupamos en no vender solo habitaciones, también cultura. Los hoteleros tenemos una labor fundamental en dar a conocer la cultura local, y nosotros dedicamos muchos recursos a este propósito.

“Los hoteleros no hacen nada por la cultura”, espetan muchas voces del sector.

Hay tanto que ofrecer que sería un error no ponerlo encima de la mesa.

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