La ternura y la energía que desprende Montserrat Fontané, la madre de los hermanos Roca, que a sus más de ochenta primaveras sigue al pie del cañon en su café-restaurante Can Roca, donde come cada día toda la plantilla del triestrellado Celler, además de su clientela habitual, con su menú de 10 euros. Ante un auditorio lleno, junto a su hijo Joan, preparó una humilde sopa de hierbabuena, la que comían sus hijos en casa. Recuerdos de años de duro trabajo en la posguerra. Fue un homenaje tierno y entrañable en el que Joan Roca quiso destacar la importancia del origen en su trabajo.

Tres "dones d'empenta", tres conocidas cocineras: Marga Coll, Miceli, en Selva, Marta Rosselló, Sal de Cocó en la Colònia de Sant Jordi y Silvia Alglada, el Tast de na Silvia, en Ciutadella, prepararon tres versiones de las "sopes", cocina tradicional y popular, en la que destacaron la importancia de la cocina de aprovechamiento. Silvia preparó un oliaigua, de invierno, preparando con el sobrante de verdura unas deliciosas raoles.

Marta Rosselló recordó los orígenes marineros de su familia con las sopes de peix, con una versión muy actual. Por su parte Marga Coll preparó las sopes de matences, en la que el cerdo y la verdura de invierno marcan la pauta.

En el auditorio la ponencia de Álvaro Salazar, jefe de cocina de Argos, el restaurante del Port de Pollença, con estrella Michelin, versó sobre el protagonismo y el aprovechamiento del producto en su cocina: todas las partes de una sepia, su carne, la melsa, la bolsa de tinta, el coral, para preparar varias elaboraciones y entrelazarlas en el plato lleno de vida, color y sabor, un homenaje al pica-pica tan presente en nuestra cocina tradicional. Sela Priego y María Cano le acompañaron en la ponencia.

Nanín Pérez fue elegido Cocinero Revelación 2018. Alicantino de 27 años de edad está al frente del restaurante Murri. Discípulo de Ricard Camarena y Rodrigo de la Calle.