Macarena Llull y Carles Pons son veganos. La pequeña Ona, su hija de un año de edad, también sigue este estilo de vida. Kilian, el hijo de 19 meses de Ángela Martínez, también es vegano, igual que Darío y Siro de 20 meses y su madre Belén Garau. Son algunas de las familias veganas de Palma que se han unido para "hacer piña" y compartir la experiencia de aplicar el veganismo en la infancia, una decisión que supone todo un reto. Tienen claro que "si sabes cómo", ser vegano es fácil. La clave está en la información.

Cuando la alimentación principal es la leche materna, no hay ningún problema. El tema se complica cuando llega la revisión de los seis meses. En esta cita, Macarena y Carles salieron de la consulta con "la típica fotocopia de la alimentación complementaria". La consulta tomó otro cariz cuando informaron al profesional sanitario que habían decidido que su hija sería vegana. "A nivel de pediatras, te puedes encontrar con muchas reticencias porque sobre la alimentación vegana existen muchos prejuicios y todo es fruto del desconocimiento", coinciden estos padres que iban a la consulta con los deberes hechos. Y es que se habían asesorado con Miriam Martínez Biarge, neonatóloga y especialista en nutrición vegetariana infantil y que se encuentra tras la página web Mi Pediatra Vegetariano, donde ofrece información nutricional para familias y miembros de la comunidad médica sobre alimentación vegetariana y vegana. Los padres de Ona tenían claro que querían que fuera vegana pero Macarena reconoce que cuando se quedó embarazada empezaron a surgir dudas, muchas dudas. "Sobre todo era el miedo de que tuviera problemas en el desarrollo", explica. Por eso, se informó. Contactó con Martínez y sus dudas se despejaron. "No lo hemos hecho a lo loco. Nos hemos informado", remarca.

El veganismo es un principio moral que excluye el uso de animales en todos los ámbitos de la vida. Formar una familia vegana puede suponer todo un reto. Por eso, tienen claro que "la información, la concienciación y el apoyo entre todas las familias veganas es muy importante para concienciar a la sociedad". La realidad es que "el veganismo en bebés y niños sigue despertando muchos recelos, tanto en profesionales de la salud como en las personas de nuestro entorno", asegura Macarena Llull. "Para las familias veganas que decidimos educar de esta forma a nuestros hijos, la información es la clave", sentencia. Entonces, ¿es posible que un niño sea vegano desde el nacimiento sin que tenga carencias nutricionales? "Es perfectamente posible", responde rotunda la pediatra. Preguntada por cuáles deben ser las pautas a seguir en la alimentación de un niño vegano, la experta detalla que deben ser las mismas que cualquier otra familia. "Una alimentación saludable se basa en una amplia variedad de verduras, hortalizas y frutas, además de cereales integrales y buenas fuentes de proteínas, que en su caso son principalmente legumbres, seitán, frutos secos y semillas. Es importante que haya alimentos ricos en proteínas en cada comida principal y elegir buenas grasas como el aceite de oliva, los aguacates o los frutos secos, además hay que limitar el consumo de azúcar. Eso sí, todas las personas veganas deben tomar un suplemento de vitamina B12, que es la que está relacionada con el desarrollo neuronal.

Ahora que Ona ya tiene un año, lo tienen mucho más controlado.. "Tenemos un máster en nutrición", comentan entre risas sus padres, unos padres que aún siguen pensando cómo tendrán que lidiar con las instituciones así como la niña se haga mayor. De momento, confiesan que si ir a una revisión pediátrica debería ser un puro trámite, para ellos supone superar un examen. La estupenda evolución de Ona es su principal argumento para demostrar que el veganismo en la infancia es viable. "No hay que renunciar al veganismo porque es mucho más fácil de lo que parece. Poder educar a un niño vegano es toda una experiencia", asegura Llull. "Si sabes cómo, ser vegano es fácil y que el veganismo en la infancia, bien planificado, puede llevarse a cabo", sentencia.

Cuatro pediatras

Y si para Macarena y Carles ir al médico es cómo superar un examen, la cosa es parecida en el caso de Ángela. Hasta cuatro pediatras tuvo que visitar para encontrar el idóneo para Kilian. "Los profesionales sanitarios deberían actualizarse", lamenta. En las consultas tuvo que escuchar que le saldría un niño raquítico si no tomaba leche de vaca. A sus 19 meses Kilian luce un aspecto envidiable. En su caso también busco asesoramiento cuando se quedó embarazada. Acudió a la consulta de la naturópata Cristina Sebastián, autora del libro El vegano novato. Salió convencida de que criar a un niño vegano era perfectamente posible. "La propia evolución del niño o de la niña es el mejor argumento de estos padres para hacer frente a las prejuicios de sus familiares no veganos como, por ejemplo, los abuelos", coinciden las expertas. Es lo que ha pasado con la abuela de Ona. "Mi madre estaba a la expectativa de cómo iría la introducción de los alimentos y ahora ya presume de una nieta que como mucha fruta y verdura", comenta, entre risas, Macarena. Sebastián explica que el principal temor de las familias que acuden a su consulta es que el niño no tenga ninguna deficiencia nutricional. "No se tienen carencias nutricionales por ser vegano, se tienen porque no se hace correctamente", razona. Y es que "hay que saber cuáles son los alimentos que te aportan estos nutrientes para que la dieta sea equilibrada". Los vegetales y las frutas, junto a las legumbres, son los alimentos más importantes en la dieta vegana porque son los que más componentes de nutrientes tienen. En su consulta, acuden padres preocupados porque sus hijos adolescentes se han vuelto veganos. "Tendrán todo lo que necesitan, incluso mejor porque es la única dieta que previene enfermedades y está científicamente demostrado que la enfermedad cardiovascular se revierte con la dieta vegana", les razona.

Pero la lucha de las familias veganas con bebés no termina en el mundo sanitario. Hay que añadir la escuela. Y si Ángela tuvo que buscar cuatro pediatras, en el caso de la escoleta llamó a las puertas de tres. En la pública, no era viable. En la segunda, tuvo algo más de suerte pero le tenía que llevar ella la comida. A la tercera fue la vencida. Como la directora era vegetariana, no puso ninguna reticencia en ofrecerle a Kilian un menú vegano. Tienen claro que a la hora de ir a los cumpleaños, será otro reto a superar pero lo comparan con un intolerante. "Ya le llevaremos la comida", coinciden esos padres. Igual que Macarena y Ángela, Belén cuando se enteró de que estaba embarazada por partida doble, contactó con una nutricionista vegana de Barcelona. "No tuve ningún problema. Todas las pruebas salían perfectas. Es mi manera de vivir y de ser y quería que mis gemelos fueran veganos", razona. Si al principio planificar los menús les llevaba más tiempo, estos padres veganos coinciden que ahora las comidas y las cenas ya salen solas. "Por la cuenta que nos trae somos expertos en nutrición", sentencia Belén.

Y si quedan dudas, tanto las familias como las expertas citan a la Academia Americana de Nutrición y Dietética, que asegura que "las dietas vegetarianas apropiadamente planificadas, incluyendo las veganas, son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden resultar beneficiosas en la prevención y el tratamiento de algunas enfermedades. Las dietas vegetarianas y veganas son adecuadas para todas las etapas de la vida, incluyendo embarazo, lactancia, infancia, adolescencia, vida adulta y vejez, así como para los atletas". Para crear comunidad, Llull ha emprendido el blog http://veganismoenfamilia.wordpress.com donde las familias veganas encontrarán más información.