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Tanto talento

Aina Salvà y Alberto Sánchez: Mirada contemporánea

Los arquitectos Aina Salvà y Alberto Sánchez ponen en valor materiales y modos de trabajar tradicionales los reinterpretan y los ponen al día

Aina Salvà y Alberto Sánchez: Mirada contemporánea

La casa, el interior y el mueble son las tres escalas en las que centran su trabajo los arquitectos Aina Salvà y Alberto Sánchez. En Feyna, el estudio que ambos comparten en Palma, el círculo se cierra entorno proyectos integrales en los que el concepto, el diseño del espacio, la iluminación, el mobiliario y los interiores se materializan a partir de una filosofía de trabajo muy concreta y compartida en los tres niveles. Aina Salvà, cursó estudios de arquitectura en Barcelona y Londres, y Alberto Sánchez, se formó en la capital británica. Desarrollan su labor en Mallorca desde una visión contemporánea e internacional aunque bien enraizados en la isla.

El principal reto. Para Aina Salvà y Alberto Sánchez la preocupación por el medio ambiente marca su manera de encarar las tres escalas de su trabajo. "No nos interesa como algo peregrino, tenemos en cuenta el entorno cultural y medioambiental", explican. Y esa preocupación real se traduce en la elección de los materiales y de la forma de tratarlos: "Hacemos propuestas con un consumo energético reducido, utilizamos materiales locales o que sean lo más próximos posible". Apuntan que este valor es transversal y que en el caso del mobiliario se traduce en la elección de colaboradores locales para la realización. "Y combinando un sistema de producción muy actualizado porque todo está hecho con una máquina de corte por control numérico, con una madera cuyo origen tiene un sentido", añade Aina.

Visión contemporánea. La sencillez y la atemporalidad caracterizan los muebles de Feyna: "Es una serie muy básica, pero nos interesa que sea así aunque puede que en el futuro hagamos piezas que no sean tan elementales", explican. La idea que hay detrás de estos diseños es "que estén hechos de manera sencilla, atemporal, bien fabricados y construidos; que perduren", explican. En definitiva se trata de realizar un producto sin fecha de caducidad, que pueda ser reparado. "Comprar menos, pero comprar mejor. Pagar un poco más por algo que te va a durar mucho más", argumentan.

Aunque la tradición puede estar presente en su trabajo, su intención va más allá de una mera repetición. "No tenemos una visión tradicionalista, sino contemporánea", apuntan. La puesta en valor de piezas o modos de hacer tradicionales pasa por su puesta al día: "Apreciamos los oficios artesanos, lo que perdura y se hereda. Pero se ha de mirar desde un punto de vista contemporáneo", dice Aina. La elección de materiales y el modo de trabajarlos encierra una intención que va más allá de la estética: "Pensamos qué nos interesa conseguir; la idea que queremos transmitir y qué valores hay detrás."

El contexto. Este modo de hacer es extrapolable a sus proyectos arquitectónicos: "Partimos del contexto en el que se sitúan. Nos interesan sistemas constructivos eficientes, la forma de fabricar la vivienda y el mueble, de saber cómo se ensamblan las cosas. Y la percepción espacial, la fenomenología; cómo percibes los interiores y el impacto que tienen a su alrededor", argumenta Alberto. La suma de estos factores confluye en "un proyecto que tiene muchas lecturas; que aporta un sentido. La idea es conseguir una narración proyectual en las tres escalas".

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