El pasado sábado 7 de octubre se organizó en Palma una manifestación que congregó a miles de personas bajo el lema "En defensa de la unidad de España y del Estado de Derecho!. Una marcha polémica en la que se produjeron algunos incidentes, como el protagonizado por un grupo de exaltados que destrozó a su paso por la calle Sant Miquel un tenderete de la Assemblea Sobiranista de Mallorca. "Contra éstos no carga la policía", se quejaba un internauta, mientras que otro acusó a la entidad de haber puesto la carpa "para provocar" -aunque la colocan cada sábado.

Este no fue el único incidente ocurrido durante la protesta. En la calle Unió una mujer denunció que un manifestante le lanzó "una piedra o un objeto contundente" a la cara, ocasionándole una fuerte contusión. "No hay derecho que la gente haga estas cosas", señalaba un internauta al tiempo que añadía, "pero tampoco hay derecho a que insultes a nadie: ni facha, ni rojo, ni nada".

Algunos afearon a la mujer que llamara facha a su agresor, tal y como ella misma admitió, minutos antes de recibir el golpe. Sin embargo una lectora quiso dejar claro que la solución no es la violencia. "Si por desacuerdos entre personas nos pusiéramos a tirarnos piedras o a pegarnos diariamente, no viviríamos en paz, no deberíamos alegrarnos por actos como éste".

También hubo quien intentó llamar a la calma y bajar el tono del debate en las redes, señalando que "sobra agresividad".

En la manifestación los asistentes proclamaron lemas como "España unida jamás será vencida", "España no se vende", "Armengol, dimisión" o "Viva la Policía y viva la Guardia Civil". Paralelamente, en la plaza de Cort un centenar de personas se concentraron en defensa de que el Gobierno y la Generalitat de Catalunya inicien un proceso de diálogo. "Las manifestaciones ya no son lo que eran, buscan perjudicar por el mero hecho de pensar diferente", concluía un usuario.