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Riesgos del cambio climático

Riesgos del cambio climático

La revista Nature ha dedicado en un número reciente tanto su artículo editorial como un comentario extenso de Nick Phyllips, editor de la sección de noticias de la que es la publicación miscelánea científica de mayor impacto que existe, a un asunto en verdad novedoso. Aunque la ciencia lleva décadas planteando las consecuencias del cambio climático, había prestado hasta ahora poca atención a sus consecuencias económicas y legales. El huracán Harvey, causante de unos daños que se estima que alcanzarán entre diez y veinte billones de dólares (billones anglosajones: mil millones de millones cada uno de ellos), unido a la multitud de catástrofes climáticas que padece el planeta, ha hecho que cambie la manera de ver las cosas.

El cambio ha llegado a los tribunales. En su artículo, Nick Phyllips alude al pleito que comenzará en breve en Australia, país en el que un matrimonio, Guy y Kim Abrahams, ha demandado a un banco, el Commonwealth Bank of Australia, por no haber informado de manera adecuada a los inversores acerca de los riesgos que supone el cambio climático. Se trata del primer pleito en esos términos en todo el mundo pero, al decir de Nature, supone con toda seguridad el paso inicial de una nueva era para las finanzas. Porque la demanda de los Abrahams incluye que los tribunales impongan medidas cautelares para que las empresas financieras incluyan el cálculo de tales riesgos. Y el problema consiste en la forma como podrán los bancos, las compañías de inversión y los consorcios de seguros estimar el alcance de los daños que pueden producirse.

Nick Phyllips recoge la opinión de científicos con cargos importantes en materia de predicción climática, quienes llevan años urgiendo a las empresas y los gobiernos a tomarse en serio la necesidad de contar con modelos del cambio climático más precisos. Pero la cuestión estriba en si se cuenta con los medios científicos y técnicos para construir tales modelos con el detalle necesario para predecir, por ejemplo, los efectos de las sequías para los agricultores. Porque si la práctica totalidad de la comunidad científica sostiene que, a largo plazo, digamos de medio a un siglo, la desertización avanzará de forma notable, no se cuenta con un sistema eficaz de predicción a la escala que los inversores y las aseguradoras necesitan.

De acuerdo con el cálculo realizado por Andy Pitman, director del Centre of Excellence for Climate System Science de Sidney (Australia) entrevistado por Phyllips, su institución —una de las más prestigiosas que existen— necesitaría inversiones considerables y un plazo de entre cinco y diez años de trabajo para poder lograr un modelo eficaz de las consecuencias inmediatas del cambio climático. Dicho de otro modo, por más que el presidente Trump lo niegue, el cambio está ya aquí. Y nos ha sorprendido con los calzones bajos.

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