"Despertar así... En realidad hace falta bien poquito para sentir GRANDE". La modelo Verónica Blume ha vuelto a Mallorca y mientras disfruta de unas vacaciones en Valldemossa comparte sus ejercicios de yoga con sus miles de seguidores en Instagram.

"Siempre buscando afuera, que nos den, que nos valoren, valorándonos más a través de la mirada del otro, del trabajo, el dinero, el reconocimiento de los demás, las responsabilidades cubiertas. Parece mentira lo que nos cuesta reconocer este mundo inmenso que vive en nosotros", reflexiona Blume en las redes sociales desde el agroturismo donde se aloja.

"Un trozo de cielo", define la modelo este rincón de Mallorca donde aprovecha para realizar sus prácticas al aire libre, algo "que conlleva retos diminutos en forma de hormigas, moscas y mosquitos", como señala Blume. "Antes que nada entiendo que soy yo la que ocupa su territorio y les doy las gracias por compartir su espacio conmigo. Segundo, siempre hay una lectura que se puede aplicar a la vida: mi percepción, ilusión o idea quizás es bucólica y la realidad no lo es, pero me mantengo, me detengo, respiro, acepto, sigo adelante y al final todo tiene sentido, todo encaja", es la conclusión de la instructora de yoga que contagia su amor por esta disciplina física y espiritual.

El pasado mes de junio Verónica Blume congregó a centenares de personas en el Parc de la Mar en una clase solidaria para la asociación Auba Mallorca que apoya a las mujeres afectadas con cáncer de mama. En su regreso a la isla, Blume se muestra feliz de descansar en este "precioso lugar" donde se siente un pájaro a punto de volar.