La fidelidad y estima de James Costos por Mallorca se ha visto recompensada. El que fuera embajador de Estados Unidos en España durante el mandato de Barack Obama recibió ayer la distinción de Mallorquín de Verano, un premio anual que otorga el Hotel Valparaíso. La asociación Mallorquines de Verano y el director general de Valparaíso, Toni Ferrer, entregaron el galardón a Costos durante una exclusiva cena en la terraza superior del hotel. Lo hicieron por el compromiso del americano con la isla. Costos lleva ya diez años veraneando en Mallorca junto con su pareja, Michael S. Smith, y juntos han manifestado en repetidas ocasiones su pasión por rincones como Pollença o Formentor.

Media hora antes del acto, Costos y Smith hicieron acto de presencia junto con Agatha Ruiz de la Prada y su hijo Tristán Ramírez en el hall del hotel, donde fueron recibidos por la organización de los premios y la directiva del hotel y comentaron cómo había sido la llegada de los americanos a la isla.

A partir de las 21.00 horas, los asistentes fueron subiendo a la parte más alta del hotel, con unas vistas panorámicas de todo el puerto de Palma, donde se disponía un conjunto de mesas redondas, que servirían más tarde de escenario de la cena de gala, y un servicio de cátering que sirvió los aperitivos más exclusivos: ostras, codorniz en tempura o gambas eran algunas de las delicias con las que los participantes abrieron boca.

Antes de la cena se procedió al tradicional posado con photocall, que abrieron James Costos y Michael Smith, que sostenían el galardón junto con Toni Ferrer, director general del hotel y miembro de la asociación Mallorquines de Verano.

Rostros conocidos en la cena

En la exclusiva ceremonia se vieron muchos rostros conocidos. A parte del diplomático y su pareja, o Agatha y su hijo, acudieron, las diseñadoras de joyas Liseanne Frankfurt, que complementa a las actrices de Hollywood y Mar Aldeguer, fundadora de Coolook; Oscar Fanjul, exdirector general de Repsol; José Ramón Bauzá, expresidente del Govern de les Illes Balears; Kimberly Marshall, agente consular de Estados Unidos o el exjugador de baloncesto Fernando Romay.

En el transcurso de la cena de pescado y marisco mallorquín de la mano del chef Carlos Botella, se destacó la labor de Costos. "James ha pasado de ser el embajador de Estados Unidos en España a el embajador de Mallorca en todo el mundo", destacó la organización, haciendo referencia a las veces que Costos ha promocionado la isla y a su compromiso vacacional con esta.

En la recta final de la privilegiada velada, se oficializó la entrega del galardón. Aprovechando el transcurso entre postre y postre, la organización bautizó a Costos como mallorquín del verano 2017 con una cuidada escultura de Gordiola. Además, se le hizo entrega de un kit de mallorquinidad consistente en una sobrasada de denominación de origen, una botella de vino de las bodegas de pla i Llevant, Galletas de Muro, aceite, sal y Galletas Gelabert.

Trump, un tema espinoso

A pesar de la amabilidad y respeto que caracteriza a James Costos, el americano impuso una sola condición: no hablar sobre Donald Trump, el actual presidente de los Estados Unidos. El exembajador se justificó alegando que ya no representa a Estados Unidos como diplomático y que su estancia en la isla era para disfrutar las vacaciones.