La sociedad ha alzado la voz y está denunciando el sexismo en la música. Pese a ello, el mensaje machista de las canciones no cesa y se escucha sin parar en las fiestas de verano. Sin ir más lejos, uno de los artistas con más escuchas en las plataformas digitales es Maluma, que nos deleita con letras tan irritables como "chingan cuando yo les digo, ninguna me pone peros". Por temas como éste, el Instituto Vasco de la Mujer, Emakunde, ha elaborado una lista de 200 canciones no sexistas y la ha colgado en Spotify para demostrar que existe todo un repertorio ecléctico en cuanto a géneros -incluido el reguetón- con letras que no denigran la figura de la mujer.

Algunos se preguntarán cómo se afronta la problemática en Mallorca. Desde la dirección insular de Igualdad del Consell de Mallorca se remiten "a la playlist de Emakunde" y explican que la problemática se extiende más allá de un género. "El reguetón no es una excepción, es una cuestión de la música en general. Sin embargo, de cada vez la sociedad denuncia más esta problemática", apuntan. El organismo público ha llevado a cabo una campaña de concienciación en las fiestas populares de los pueblos acerca del sexismo y las actitudes machistas llamada "No i punt!" Su aportación para cambiar el sistema instaurado es un "concurso de gloses no sexistas que empezó el año pasado y ha tenido buena aceptación. La intención es ir creciendo y que los pueblos se lo hagan suyo y enlazarlo con el hip hop y el rap y que se creen más grupos de mujeres en el estilo. En la península y a nivel internacional está más aceptado", explican. El ejemplo de las Phussyon, un grupo de rap formado por dos hermanas mallorquinas, sirve de ejemplo al Consell para alentar más grupos de este estilo, que se alejen de las letras sexistas en el mundo del rap.

Al Ayuntamiento de Palma es un tema que le preocupa. El concejal de Cultura Llorenç Carrió afirma que la polémica se agravó cuando salió el tema de los festivales de música y su escasa presencia femenina. Por este motivo, "en cualquier programación y actividad que hacemos siempre intentamos que haya una igualdad entre los dos sexos. Cort siempre ha programado festivales con una presencia equilibrada entre los dos sexos", explica en relación a la presencia de géneros en la programación institucional. En cuanto al contenido de las letras de los grupos que programan, afirma que "no solemos programar djs" como foco principal de la música comercial -más propensa a tener letras machistas-, sino "sobre todo música de autor".

A nivel de radiodifusión pública, Joan Trias, asesor musical de IB3, aclara que "a nivel local no hay composiciones musicales machistas, afortunadamente"; sin embargo, "hay otro aspecto que es la presencia enorme del género masculino en la música de Balears". Trias hace referencia a que la presencia femenina en las bandas y los proyectos musicales es mucho más baja que la masculina. "Sí que se están haciendo pasos para visibilizar la figura de la mujer en la música balear, pero queda mucho por hacer", afirma. En cuanto a lo que se dice o lo que se canta, "el machismo es muy poco aquí", reconoce, "no tenemos Malumas ni Despacitos. El sector que bebe de estas figuras en Balears es muy reducido". El asesor esclarece que en IB3 tienen "mucho cuidado" en este aspecto. Aunque no censuran nada, creen que "es una mala idea dar difusión a esta música que denigra y convierte en un objeto a la mujer. Nosotros no vamos por aquí". Trias concluye con la ideología que quiere que represente la radio pública frente a la problemática: "Pensamos que la música es un vehículo cultural que ayuda a representar a parte de la sociedad. La cultura que nos envuelve no tiene que ir por según qué derroteros".

El mundo del dj es un claro epicentro de la difusión de esta música. Las salas de fiesta ofrecen la música de moda y más comercial. Las playlist virales, plagadas de música latina y de reguetón -las más propensas a tener contenido machista- son las que suenan en la mayoría de salas de fiesta. ¿O acaso no ha bailado todo el mundo alguna de estas canciones, que monopolizan la radio y acaban estando en boca de todos?

Sin embargo, hay djs y salas que se presentan como alternativos. Joan Frau, bajo el nombre de PD Manex, es dj habitual en la sala Sabotage y en las fiestas de verano y reconoce que últimamente está mucho más estricto con la problemática. "El ejemplo más claro es en las verbenas de este año. He recibido muchas peticiones de un sector que pide constantemente reguetón y he mantenido mi postura de pinchar temas alternativos de indie, rock, pop y música divertida y diferente", explica. Aunque hay casos flagrantes, hay otros en los que hay más discrepancia, dependiendo de la tolerancia o la interpretación de cada uno. "Siempre hay canciones que crean polémica. Pero este año estoy muy "anti-reguetón" y muy indie. Puedes bailar y pasar gusto con otros géneros. La gente que va a Sabotage quiere el rollo Sabotage. Creas un público alternativo", afirma. Frau explica que si va a trabajar y va a estar durante cuatro horas delante del ordenador, quiere disfrutar con lo que hace.

En relación a la escena del dj en Mallorca, coincide con que hay tendencia general de djs que pinchan música comercial, pero "hay unos cuantos dj que vamos contradirección. Eso es bueno. Pero la mayoría están pinchando los éxitos de los 40 principales o el Despacito de turno. Es una pena. Y sobre todo en las verbenas, que son fiestas populares". El dj de Sabotage concluye reflexionando acerca del género en boca de todos: "El reguetón sexista tendría que desaparecer de las pistas de baile, pero si se hace un reguetón empoderado y sin machismo, me parece bien".

Sin duda es un tema que se ha enaltecido este verano por los últimos hits, pero que persiste en nuestra sociedad desde hace décadas. La conciencia social y la implicación de las instituciones es fundamental para cambiar un sistema que se ha instaurado en el globo terráqueo. Los avances en la cuestión de género, el reconocimiento de la mujer y los derechos fundamentales a veces quedan sorprendentemente contrastados por una cultura denigrante que, sin darnos cuenta, ya forma parte de nuestro día a día.