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Barcos de luxe

Creole: unos de los veleros más bonitos del mundo

Ha ganado muchas regatas en Gran Bretaña y en la II Guerra Mundial fue requisado, convertido en cazaminas y rebautizado como 'Magic Circle'

El Creole fondeado en la Bahía de Palma. r. aguilera

El Creole es un maravilloso velero construido en la primera parte del pasado siglo, muy habitual de la Bahía de Palma y que posee un interesantísimo pasado.

La historia comienza con Alexander Smith Cochran, un rico heredero amante de las regatas, que decidió construir una embarcación que le sirviera para regatear y que no necesitara demasiada tripulación. Para ello hizo un encargo a los famosos astilleros Gamper & Nicholson.

La nave, de una belleza inigualable, fue botada en 1927 en Gosport con el nombre de Vira, y como Cochran por entonces sufría tuberculosis y no estaba en condiciones, cedió a su amigo Fred Hugues el honor de estrellar la botella contra el casco del Creole en la ceremonia de botadura. Éste necesitó tres intentos para romperla, señal inequívoca de mala suerte según algunos supersticiosos marinos. Al principio Cochran sintió vértigo con los palos tan altos y ordenó acortarlos. Además hizo que se le aumentara el lastre para compensar. Como consecuencia la nave al principio parecía un motovelero y además navegaba muy mal.

Cochran murió en 1929 y el Vira fue comprado por el Mayor Maurice Pope, que le alargó algo los palos y le cambió el nombre por el de su postre preferido, Creole. En 1937 se hizo con él Sir Connop Guthrie y ordenó a Gamper & Nicholson que dejara el barco como se construyó, recuperando así todo su potencial náutico, ganando muchas regatas en Gran Bretaña.

Al estallar la segunda guerra mundial, fue requisado y convertido en cazaminas, imponiéndosele el nombre de Magic Circle, actuando principalmente cerca de las costas escocesas. Terminada la guerra fue devuelto a la familia Guthrie en un estado irreconocible, despojado de toda decoración interior, así como de sus mástiles.

En 1948 el famoso armador griego Stavros Niarchos lo compra y decide devolverle todo su esplendor, dotándolo de obras de arte de artistas como Dalí, Cézanne, Renoir o Van Gogh. Se dice que Niarchos disfrutaba de navegar en él y pasó largos periodos de tiempo a bordo, participando por primera vez en la Tall Ship race. En 1970, la mujer de Niarchos fue encontrada muerta en el barco en extrañas circunstancias, dando lugar a que Niarchos dejara de navegar en el Creole y finalmente fuera ofrecido en venta.

En 1977 el Creole, fue comprado por el gobierno danés, usándolo con fines sociales, para la rehabilitación de jóvenes problemáticos. Finalmente después de cinco años, y debido al alto coste de mantenimiento y en bastante mal estado, fue puesto nuevamente a la venta.

Se hizo con él en 1983 el diseñador Maurizio Gucci, que procedió a una total rehabilitación de la nave. En las obras que se iniciaron en Italia en 1984, también tomaron parte los astilleros alemanes Lurssen y Astilleros Mallorca, que entre otras cosas participó en la reconstrucción de la cubierta y los palos. En 1995 Maurizio Gucci murió asesinado, pasando finalmente el Creole a manos de las hijas del diseñador, Alessandra y Allegra.

Las características principales son eslora 65,3 metros, manga 9,3 metros y 381 toneladas de registro. Puede llevar 11 invitados en 6 camarotes y la tripulación la componen 16 miembros.

La imagen del Creole es bastante habitual en Mallorca, donde pasa largas temporadas desde hace bastantes años.

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