Más moderna pero sin perder elegancia fue la recepción que anoche ofrecieron los Reyes a la sociedad balear. Bastantes se olvidaron la corbata en casa, entre ellos el alcade Antoni Noguera, y otros optaron por las pajaritas, como el diseñador Tolo Crespí y el chef Andreu Genestra. Hasta alguno (los hombres suelen ir con zapato cerrado por palacio) entró con sandalias de diseño. El horario tampoco se obedeció al cien por cien. Los Reyes y doña Sofía accedieron al interior de la Almudaina diez minutos más tarde de lo previsto. En el exterior del edificio saludaron a ciudadanos y curiosos que los aguardaban tras las barreras.

El protocolo también se relajó cuando Casa Real ofreció a la prensa agua muy fría para combatir un calor abrasador que marcó el besamanos. Por él pasaron en 18 minutos más de 500 personas, aproximadamente 50 más que el año pasado. "No se han aumentado sectores sociales, sino que se van rotando las personas. Podemos hablar de consolidación de la recepción por el equilibrio que se ha conseguido entre las islas y las distintas parcelas de la sociedad", apuntaron desde Casa Real.

La presidenta balear Francina Armengol inauguró el desfile de saludos. Le siguieron María Salom y el alcalde Antoni Noguera, único cargo de Més en la recepción, además de los consellers socialistas Patricia Gómez, Pilar Costa, Martí March, Iago Negueruela o Catalina Cladera. Del Ayuntamiento pudo verse a Ángelica Pastor y del Consell a Cosme Bonet o Bel Oliver. Sorprendió la presencia de la parlamentaria del grupo mixto y ex Podemos Montse Seijas, quien no tuvo que encontrarse con ninguno de sus excompañeros de partido, ya que declinaron la invitación real. También fue muy comentada la enorme distancia que guardaron en el besamanos el expresident José Ramón Bauzá y la actual cúpula del PP balear, encabezada por Biel Company.

Del sector económico, acudieron el presidente del Consejo Económico y Social Carles Manera, el presidente de la cámara de comercio José Luis Rosas, el hotelero Gabriel Escarrer Jaume, el presidente de Pimem Jordi Mora, Rafel Roig de la patronal de transportes, Rosa Regí y Fernando Rotger de la clínica Rotger o Joan Miralles de Aptur, entre otros. También hubo representantes de los diferentes medios de comunicación, entre ellos las directoras de DIARIO de MALLORCA y DIARIO de IBIZA, María Ferrer y Cristina Martín, respectivamente.

La cultura repitió muchos nombres: los galeristas Pep y Frederic Pinya, el humorista Agustín El Casta, los escritores Carme Riera, Gabriel Janer Manila y Pau Vadell, el artista Albert Pinya, Joan Punyet Miró, William Graves, el presidente de la Fundació Amics del Patrimoni Joan Guaita, el director de la Fundació Miró Francisco Copado, el dueño del Auditòrium Rafel Ferragut o el músico Jaime Anglada, que estuvo departiendo con Letizia bastante tiempo en el interior de palacio.

Del mundo del deporte, pudo verse a Alba Torrens o a Maheta Molango. El listado lo completaron el fiscal jefe Bartomeu Barceló, el obispo Taltavull, el director territorial de La Caixa en Balears Xicu Costa, Llorenç Huguet de la UIB, Inma de Benito de la federación empresarial hotelera, o el jefe de la Policía Nacional Antonio Jarabo, entre otros cargos de las fuerzas vivas isleñas.

En el cóctel, Sofía atendió distendida a los invitados y muchos buscaron una foto con Letizia. Macarena de Castro, con una estrella Michelin, repitió al frente del menú que se sirvió. Preparó platos minimalistas con queso de Maó o camaiot, además de lengua con alcaparras, una greixonera de verduras, croquetas de sepia o coca de berenjena ahumada con trufa.