Patricia Richtsteiger (Palma, 1989) demuestra con su trabajo que tras el diseño de moda puede haber una motivación social y reivindicativa, a la vez que estética. Una colección puede ser, en definitiva, una invitación a la reflexión. Patricia llegó a la Escola Superior de Disseny después de estudiar biología y partiendo de una necesidad: vestirse con la ropa que le gustaba. Como no la encontraba decidió hacérsela ella misma con ayuda de su madre, que es costurera. "Me di cuenta de que me gustaba poder transmitir. Somos animales visuales y uno dice mucho de su personalidad y de sus gustos a través de la ropa. Es una disciplina muy atrayente y además, puedes explicar cómo ves el mundo", argumenta.
Sobre la mujer y la moda
Aunque su primera motivación fue hacerse su propia ropa, ahora ha cambiado de perspectiva a la hora de iniciar el proceso de creación: "Siempre hay algo de ti, porque haces lo que te gusta, pero ahora pesa más el porqué, a qué tipo de mujer me dirijo". En este sentido explica que piensa en una mujer "atrevida, muy segura de sí misma, que no le importa que la miren. Le gusta ser extravagante, sabe por qué lleva esta ropa y la defiende", enumera.
Reflexiona sobre el papel de la mujer en la moda y espera un cambio: "No me gusta la excesiva sexualización de la mujer. Esos cánones de belleza imposibles que crean mucha inseguridad. Te controlan a través de tus miedos para venderte algo, y lo que yo quiero es potenciar a la mujer. Un corsé es una prenda opresora, pero depende de cómo la uses. Tú llevas la ropa; no es la ropa la que te lleva a ti", explica. En cualquier caso, puntualiza que "la moda tiene una cara muy fea que es usar a la mujer como objeto, pero también tiene una parte muy limpia que es la creatividad y el trabajo".
Diseñar en Mallorca
Hacer moda en una isla, puede resultar complicado, pero cree que no todo es negativo: "La insularidad tiene cosas buenas y cosas malas. Es difícil conseguir materiales, pero los eventos son muy de aquí y siempre encuentras algo para hacerte ver. Tienes la oportunidad de mostrar tu trabajo y vas creando tu portfolio, tienes colecciones confeccionadas y buenas fotos."
Consciente de que es importante darse a conocer en una industria muy competitiva, aprovecha el tiempo sobre la pasarela: "El desfile dura tres minutos y tienes que captar la atención de la gente. Intentas crear algo diferente, integrar colores y formas. La pasarela es fantasía, tienes que hacer soñar. Que guste o no, pero que no se queden indiferentes".
Recuperar la 'llatra'
El look de verano que ha escogido Patricia forma parte de su colección Illatra que presentó en Futur Adlib el pasado mes de mayo. Un taller de llatra (palmito) impartido por Aina Pistola despertó su inspiración: "Me sentí muy motivada y a la vez muy entristecida porque esta técnica milenaria se está perdiendo. Quería integrarla en la ropa y que fuera llevable".
Conceptualmente Illatra aborda la pérdida de identidad cultural frente a la globalización; la industrialización frente a la artesanía: "Habla de la mujer, porque estos trabajos estaban ligados a ella; representa su entrada en el mundo laboral. Con la llegada del turismo deja estas labores que llevan mucho esfuerzo y pocas ganacias, pero los puestos de trabajo a los que accede también son muy precarios".
Patricia quería, además, que Illatra fuera muy mediterránea con texturas y colores que recordaran nuestro paisaje. El look está formado por un corsé confeccionado en llatra y lino, y un pantalón que combina estos dos tejidos y suma el neopreno. "Los primeros outfits de la colección tienen mucha llatra. Éste es de los últimos y solo la incorpora en el corsé y los bolsillos. El neopreno representa el futuro. Los elementos de llatra se retiran para que la pieza sea lavable", explica.
