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Aves nocturnas

Pablo Álvarez, médico de urgencias

Cuando no podemos descansar por una preocupación de salud, en el SUAP procuran alivio y tranquilidad? y si las cosas vienen bien hasta resolver un problema urgente

Pablo Álvarez: "Si te enfadas no sirves para este oficio". LUIS ARBOLEDAS

No todas las aves nocturnas se dedican al ocio o a divertirnos, algunas alertan durante nuestro descanso para que, la mayoría de las veces, si no podemos descansar procurarnos alivio y tranquilidad, y si las cosas vienen correctamente incluso hasta resolver un problema de salud urgente.

Pablo Álvarez es médico del Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP); desde hace 17 años ejerce su profesión en s´Excorxador, uno de los tres SUAP de Palma, junto a Son Pizà y Escola Graduada. Dos médicos, dos enfermeras, un adminstrativo y un vigilante componen el equipo encargado de atender nuestra salud mientras la mayoría duerme. Su área comprende a 135.000 personas, muchas de ellas residentes en las zonas más deprimidas y humildes de Palma. El usuario de urgencias es variado; tenemos al que viene al SUAP para no tener que pedir cita en su centro de salud, el que no puede dormir porque tiene una molestia desde hace quince días pero encuentra que lo suyo es ir a urgencias a las tres de la mañana, el trabajador que sale a la diez de la noche y aprovecha, el borrachín y el abuelo matutino, el perfil es variado. Alguno llega de madrugada porque un amigo le ha dicho que esto puede ser malo y que es mejor que me lo miren.

Una noche normal acuden unas cincuenta personas pero urgencias reales, de esas que piensas que menos mal que ha venido o que tenemos que derivar al hospital después de una solución urgente, no llegan ni al tres por ciento. El SUAP es bastante resolutivo, lo que crea un problema porque sube la demanda de atención sin que descienda la carga hospitalaria, que no cambia por muchos hospitales que se hagan. De hecho se pensaba en añadir un cuarto SUAP pero parece que lo mejor será potenciar los tres que ya hay.

En el terreno de la anécdota hay de todo; la mujer que viene a hacerse un test de embarazo a las cuatro de la mañana porque ha tenido una relación y piensa en si debe tomar la píldora del día después o mujeres que vienen a que le saquemos el preservativo, mientras su pareja se debe quedar en la cama en casa.

Y sí, urgencias, pero los días de sol en fin de semana la gente no empieza a venir hasta las ocho de la tarde, y si hay tormenta vienen mucho menos, y si hay un evento deportivo importante la gente no empieza a venir hasta que la retransmisión ha terminado.

Otra curiosidad es el predominio femenino, el 70% de las visitas las hacen mujeres, y los varones que vienen responden a dos perfiles: el que viene porque su mujer le ha dicho que le miren esto o el que viene cuando el bulto, por ejemplo, ya es demasiado grande. En general, los varones cuidan menos su salud, quizá les cuesta más molestar.

Existe lo que Pablo y sus compañeros denominan la generación Telepizza, son esos pacientes que estan aparcados a las ocho de la noche a la puerta del SUAP haciendo cola porque saben que la espera es menor que en su centro de salud y que no tienen que pedir cita. No sabe si atribuirlo a falta de conocimiento, a la presión familiar o a la comodidad; en definitiva, falta de conocimiento porque es su médico de cabecera quien mejor puede controlar esas afecciones y seguirlas. Él calcula que el 80% de las urgencias que acuden al hospital podrían resolverse en el SUAP y el 80% de las que acuden al SUAP deberían ir a su médico de cabecera.

Dice el doctor Álvarez que el oficio de las urgencias en la práctica consiste en saber manejar inquietudes, y que si te enfadas no sirves para ejecerlo.

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