No todos los turistas que visitan s'Arenal son alemanes, ni mucho menos. No es este el espacio para darles algunos datos sobre ello, pero sí lo es para explicarle sensaciones. Y hay una pequeña área de s'Arenal en la que incluso es extraño ver turistas teutones. Sí, suena raro, pero basta con darse un paseo, casi mejor de noche que de día, para atestiguarlo. Es la pequeña zona que comprende entre la calle Amílcar y Asdrúbal, y alrededores, en la que el idioma más hablado por los visitantes es... el neerlandés. Y hasta hay bares y restaurantes destinados a los holandeses en la primera y segunda línea de playa. No hace falta coger ningún avión para comer una deliciosa 'frikandel' o una 'kroket' para poner algunos ejemplos de la gastronomía de los Países Bajos que se pueden devorar ahí.
Hay hasta varias discotecas en las que disfrutar como si estuvieran en cualquier local de Amsterdam, Rotterdam o Arnhem, pero con la temperatura que jamás haría allí. Se puede engullir una cerveza, 'Heineken' por supuesto, pero servida en vaso pequeño casi siempre y sin estar muy fría, tal y como les gusta a ellos. En esos locales suena música neerlandesa como si no hubiera mañana. Es como si se vengaran de la torturadoras canciones germanas de los cercanos 'Biergarten' o, por qué no, del 'reggaetón' que tanto se escucha en España. Eso sí, un pequeño detalle. Si usted tiene más de 25 años se sentirá muy mayor porque, como si solo pudieran ir a estas discotecas gente que acaba de cumplir la mayoría de edad, es casi imposible ver a turistas con canas. O no les gusta bailar o, lo más seguro, prefieren ir a otro tipo de locales. Cuestión de gustos.
