Muchas veces, al conducir en solitario por una carretera, siente uno cierta sensación de soledad. Por aquí no hay nadie, pensamos, y es un pequeño error. En la carretera Ma-15, la que discurre entre Palma y Manacor, un grupo de tipos especiales se dedica a vigilar que no nos pase nada raro y a procurar que, si finalmente ocurre, las consecuencias sean lo menos graves posibles.

Samuel Alonso y sus compañeros tienen este curioso desempeño. La denominación de su actividad, "eso pone en la nómina" dice él, es la de operador de cámara; no en vano hay 34 distribuidas por todo el recorrido que ellos pueden mover a su antojo, acercar y alejar desde su puesto de control en el kilómetro 25. Samuel asegura que a veces la gente se detiene en la autovía a hacer cosas muy raras€ o no tan raras, pero no en la autovía, hombre.

La limpieza de la carretera es importante. Al parecer somos descuidados, atolondrados o directamente imprudentes, y perdemos en medio de la carretera cosas tan impensables como un sofá o un frigorífico. Una de las cosas que más puede llamar la atención es que la gente se lo lleva todo, sin mirar. ¿Tú te encuentras un sofá en la carretera y arramblas con él? ¿no? pues no te preocupes que antes de dos minutos habrá alguien llevándoselo. Y a pesar de tener el recorrido tapiado o vallado no es infrecuente tener que ir a espantar o retirar a un perro, a una cabra, a un grupo de ovejas o, incluso, a una vaca. Samuel advierte de que el destrozo que supone atropellar a un perro es tan grande que uno diría que el coche ha topado con una tapia, no nos imaginemos si es una vaca la que ha decidido ir a buscar pasto entre el asfalto. En una ocasión les avisaron de que en una rotonda había cinco extintores que parecían haberse caído de un vehículo, y allá fue el bueno de Samuel; lo primero que tuvo que hacer fue señalar a los primeros que, sin saber lo que aquello era, ya se intentaban llevar aquellos cilindros envueltos en plástico que no lo hicieran, después recogió aquellos trastos que finalmente resultaron ser unos rollos de kebab que se habían caído de una furgoneta. Lo grande es que el conductor ni se enteró ya que, al analizar las imágenes, se vio cómo caían al estar la puerta trasera abierta, pero que ésta, en el siguiente vaivén, se cerraba correctamente. Cuando le devolvieron la carne el tipo alucinaba. Eso sí, cuenta Samuel que desde que vio cómo aquellos kebabs rodaban entre las adelfas de la rotonda, ha dejado de comerlos.

Y mucho cuidado al socorrer a alguien. Es muy importante no olvidar que estás en una carretera. Concentrados en socorrer a un accidentado somos capaces de desentendernos del tráfico, y en esos momentos se dan muchos accidentes, y más de noche.

Por la Ma-15 pasan unos 30.000 vehículos diarios —los tienen contados—, y accidentes gordos hay sólo dos o tres por semana, casi siempre por la noche y muy mayoritariamente relacionados con el consumo de alcohol o drogas. Por eso la Guardia Civil ahora acentúa sus controles del consumo de estas sustancias, más que en los de velocidad, aunque también haya que tener muchísimo cuidado con ella. La Ma-15 es una vía cuya velocidad máxima permitida es de 100 km/h, cuando lo que nos cuentan las espiras encargadas de contar los vehículos que pasan y su velocidad es que casi nadie circula con menos rapidez. La gente, dice Sam, va demasiado deprisa.

Es un trabajo intenso. Cuando pasas la noche en el control no duermes nada, pero te quedas con la copla de estar ayudando a que circulemos con más seguridad. Y hablando de seguridad, si ayudas a alguien en la carretera no te olvides nunca de la tuya.