"Qué pena y qué vergüenza de equipo... estaba cantado", era el lamento de los internautas el pasado domingo con el empate del Mallorca ante el Mirandés que dejó visto para sentencia su descenso a Segunda B.

"Pena de equipo y de ciudad. Con la cantidad de adinerados que tenemos en estas islas y que no tengan coraje de esforzarse en un equipo de fútbol que representa a nuestra comunidad. Sí lo han tenido para comprarle un barco al Rey. De todos modos, más vale que desaparezca y dejen de ensuciar el nombre de Mallorca", se enfurecía un lector.

"Lo mejor sería descenderlos a Tercera División; el filial juega infinitamente mejor y serán ellos los que salgan más perjudicados. ¡Un descenso bien merecido!", afirmaban unos, mientras otros señalaban: "La culpa es de la directiva, ha fichado saldos y aquí está el resultado. Hace dos temporadas que el equipo se salva por los pelos, pero de tanto agarrarse lo han dejado calvo".

La desazón continuó con las declaraciones del consejero delegado, Maheta Molango, quien dijo que "es una oportunidad para renacer". Los mallorquinistas clamaron al cielo: "Este señor se ríe de Dios y de su padre" o "basta de fútbol-negocio", le recriminaron.

Con la llamada de las peñas ha "expresar el descontento" de la afición, muchos pedían que "no vaya nadie al partido ante el Getafe". Sin embargo, otros apelaban a la calma: "El verdadero aficionado es el que acompaña siempre a su equipo ya sea cuando gane o pierda los partidos o baje o ascienda de categoría. Ahora mismo son momentos difíciles para el club y es cuanto más necesita nuestro apoyo", sugerían.

Otra noticia mucho más triste embargó a los lectores esta semana por la muerte de la alumna del colegio Madre Alberta tras ser atropellada. "No existe dolor más grande que la pérdida de un hijo. Mi más sentido pésame para todos los que la querían", trataban de dar consuelo a sus familiares y amigos totalmente consternados.