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Oxígeno libre

Oxígeno libre

La vida apareció en la Tierra hace cerca de 3.500 millones de años. Existen indicios de la presencia de seres microscópicos muy simples, bacterias y algas cianofíceas (que son otra clase de bacterias y así, cianobacterias, también se les llama), en estratos de esa edad de Australia y África.

Durante mil millones de años más los organismos vivieron en un planeta con atmósfera reductora, en la que apenas había oxígeno libre. La hipótesis más común acerca del origen del gas que ahora nos sirve para respirar atribuía a las cianobacterias la liberación de oxígeno en la atmósfera, gracias a la fotosíntesis. Se trata del cambio ecológico más crucial por el que ha pasado el medio ambiente de nuestro planeta, habida cuenta del carácter muy agresivo en términos químicos de las moléculas de oxígeno, tendentes a combinarse con otros elementos. Se podría decir que la historia de la vida es, a partir de la presencia de oxígeno libre en la atmósfera, la de la lucha contra la oxidación. La respuesta adaptativa de los seres vivos hizo de la necesidad virtud, utilizando el oxígeno como fuente de energía.

Un artículo publicado en la revista Nature por Rochelle Soo, investigadora del Australian Centre for Ecogenomics de la universidad de Queensland (Australia), y sus colaboradores ha precisado la relación que existe entre las cianobacterias y la liberación del oxígeno atmosférico. Mediante la comparación de los genomas de 41 organismos relacionados con esos seres microscópicos, los autores ponen de manifiesto que dentro del filum Cyanobacteria existen al menos tres linajes: uno ancestral, descubierto por ellos, al que han denominado como clase Serycytochromatia, y dos derivados, Melainabacteria y Oxyphotobacteria. Solo el último cuenta con la capacidad de fotosíntesis, con lo que resulta que la aparición de las cianobacterias no coincidió con el cambio atmosférico. Se produjo éste más tarde, dentro de la evolución de tales organismos.

Un segundo hallazgo de Soo y colaboradores tiene que ver con la manera como las oxifotobacterias adquirieron la función de fotosíntesis que comparten ahora todas las plantas. De acuerdo con los autores del artículo, fue una transferencia horizontal de genes entre organismos coetáneos la que confirió a una parte de las cianobacterias ese rasgo. Pero las tres clases, Serycytochromatia Melainabacteria y Oxyphotobacteria, cuentan con la capacidad de respiración aeróbica. Y la forma muy distinta de aprovechamiento del oxígeno en ellas pone de manifiesto que la respiración apareció tres veces por separado entre las cianobacterias.

La combinación de azar en forma de transferencia de genes y necesidad aparecida de la mano del oxígeno libre cambió el planeta. Los organismos aeróbicos somos el resultado de ese acontecimiento de hace 2.300 millones de años.

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