En noviembre Albert Comas interrumpió su rutina habitual en el café Riutort, en la calle del Carmen, para convertirse en el enfermero que traslada órganos en el anuncio de la bebida Aquarius, dentro de su campaña Nos morimos por vivir. Hace unas semanas se ha estrenado. En el Riutort hay quien le reconoce.

Albert Comas es actor. Su cara es familiar a quien le siguió en las series de televisión Laberint de pasions, El comisario y, sobre todo, por su papel de Xavier en Llàgrima de sang. "Me hizo ilusión volver a estar en un rodaje. Hace más de año y medio que no ruedo ninguno; el último fue para Ikea. Me gusta el ambiente, ver de cerca las nuevas tecnologías, las cámaras. En el anuncio de Aquarius rodamos con un helicóptero del Samur pero al final no se seleccionaron las tomas", relata el actor mallorquín, también formado como realizador cinematográfico.

La crisis le apartó, temporalmente, de los escenarios, pero sigue con su representante en Madrid. Respeta los tiempos y condiciones de Albert que decidió meterse de lleno en el mundo de la restauración a través del café Riutort que, abierto un año atrás, se ha convertido en un lugar de referencia donde tomar buen café, sabrosos desayunos y menús ´muy verdes´ a buenos precios.

Un día le llamó para pedirle que enviara una prueba. "Grabamos un casting en el sótano del café y la envié. La agencia Harry Kane, para quien ya hice otros anuncios, fue la encargada del rodaje. A mí me eligieron -siempre elige el cliente- los de Aquarius". Y Albert llena ahora las pantallas entregando la nevera con los órganos que salvarán vidas. La voz en off del spot dice: "España es el primer país del mundo en donación de órganos". Albert, ingiriendo la bebida, mira a cámara y dice: "Te vamos a contar porqué".

"Mi idea es volver al oficio pero falta tiempo para consolidar el café. Me metí en esto porque conozco el mundo de la restauración. Aprendí en Madrid en hostelería, un refugio habitual para los actores. En este país es muy difícil vivir de tu oficio, así que lo compaginas con otros trabajos. Trabajar en hostelería me ha dado criterio", señala.

"A mí me gusta hacer reír a la gente. El café ayuda. Despierta algo en ti. Tiro de tablas para cualquier problema. Las que he aprendido en el teatro ayudan para este trabajo cara al público, tan directo".

Albert Comas es reconocido por alguna de las clientas del bar que vuelven a ver la serie que emitió IB3, Llàgrima de sang. "A veces te saludan como si siguiera siendo el personaje Xavier, que ellas ven en la tele. Un día, una de ellas, me dijo: ´Ayer te portaste mal, enseñaste el culete´. Cuando te cruzas con alguien que le gusta la serie se crea o una barrera o un puente", explica.

Él fue uno de los creadores en Palma del ahora exitoso formato de microteatro. Amigo de sus colegas, asegura que "el teatro va a mejor". Admira "la valentía de Diego Ingold y su Trampa Teatre" y todo el teatre de ´bolsillo´.