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Con ciencia

Dinosaurios

La fascinación por lo que se encuentra muy lejos tanto en el espacio como en el tiempo lleva al auge popular de la astrofísica y la paleontología. Nos extasiamos con las explicaciones sobre la inmensidad del universo y su historia pero también quedamos atrapados por lo que fue la evolución de los seres vivos. Y dentro de esa cadena de los organismos, son los dinosaurios los que nos emocionan más.

La revista Nature ha dedicado su portada a una recreación salida de los lápices de un artista, Bob Nichols, del Kulindadromeus, un dinosaurio herbívoro del periodo Jurásico que se supone que se encuentra en la base de la división aceptada tradicionalmente de esos grandes saurios en dos linajes distintos, los de los ornistiquios y los saurisquios. Aunque la clasificación se basa en algunos rasgos de los fósiles como es la forma de la cadera, a nosotros nos interesa más que dentro de los saurisquios se encuentren dinosaurios tan emblemáticos como Diplodocus o el bien famoso Tyrannosaurus rex, elevado a la categoría de actor de cine. También son las películas como Parque Jurásico las que han popularizado la idea de que tales saurisquios no desaparecieron del todo: evolucionaron para dar lugar a las aves actuales.

La portada de Nature honra el artículo publicado en el mismo número de la revista en el que Matthew Baron, Dabid Norman y Paul Barrett, investigadores de los departamentos de Ciencias de la Tierra de la universidad de Cambridge y del Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido en ambos casos), entran en la cuestión técnica acerca de cómo deben ser clasificados los dinosaurios. La cuestión esencial estriba en si esos grandes saurios forman un único grupo natural, un linaje que procede del mismo antecesor „parecido quizá al Kulindadromeus„, como sostuvo Richard Owen al nombrar a los dinosaurios a mitades del siglo XIX, o forman dos linajes separados, los conocidos desde finales de aquel mismo siglo como esos ornistiquios y saurisquios a los que nos referíamos antes. Aplicando de forma estricta los principios de la cladística „en especial qué rasgos derivados indican la aparición de nuevos linajes„ Baron, Norman y Barrett devuelven a los dinosaurios a un único grupo que fue luego evolucionando pero no de la manera como se consideraba en la clasificación tradicional sino de forma más compleja. Richard Owen se sentirá un poco más confortable en su tumba.

Es dudoso que la pasión de los niños por los dinosaurios se vea alterada por la nueva (o vieja) manera de clasificarlos. Pero entender cómo evolucionan los linajes es importante incluso para el concepto que tenemos de nosotros mismos. Son los paleontólogos y los genetistas quienes nos han enseñado que nuestro linaje humano es uno más en el arbusto de la vida. Y que muchos de nuestros ancestros, como los neandertales, han pervivido en cierto modo en nosotros.

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