"Menudas perlas tenemos en Mallorca", se apenaban los lectores que una semana más siguieron con avidez la "espeluznante" trama del caso Cursach.

"Alucino con las noticias que leo sobre este asunto", comentaba un internauta que como la mayoría no daba crédito ante el rosario de acusaciones que arrastra el encarcelado magnate del ocio nocturno en Mallorca, Bartolomé Cursach.

"Yonquis, prostitución, pedofilia, asesinatos, conductas mafiosas, políticos señalados, policía corrupta... Hay material suficiente como para una novela negra best seller, solo falta quien se atreva a escribirla", proponía un lector. "Cada vez salen más cosas a la luz, todo se paga en esta vida, hacía de todo pensando que nadie nunca lo iba a pillar y mira ahora dónde está", reflexionaba alguien. "Y lo que no sabemos...", se planteaban también.

Lejos de este tenebroso culebrón, la muerte de una mujer tras someterse a una liposucción causó verdadero estupor. La denuncia de los hijos de la fallecida que afirman que "a mi madre le han hecho un desastre", causó el masivo apoyo de los internautas que piden justicia para esta familia y "el cierre inmediato de la clínica donde fue operada".

La nota alarmante la puso el panorama dantesco que se vio en el Port d'Andratx la semana pasada, tras un temporal marítimo, con olas de hasta seis metros y rachas de casi 100 kilómetros por hora. "Mientras no sean personas o animales los damnificados...", comentaba un lector, mientras otro afirmaba: "Que un yate quede así es lo más justo para la naturaleza ya que queman toneladas de combustibles fósiles. Uno de estos barcos que se ha destrozado quemar 5.000 euros de gasoil para ir de Palma hasta sa Foradada. Toda esta contaminación marítima y del aire para unos caprichos de unos pocos ricos".

"A mí nunca me puede pasar, no tengo yate, ja", se reían unos. "El seguro pagará todo, tranquilos", restaban importancia a los daños.