Era un secreto a voces", se repetía el comentario entre los lectores el pasado martes tras la detención del magnate del ocio nocturno de Mallorca Bartolomé Cursach.

"Ya era hora, aunque como están las cosas, no se sabe cuánto tiempo estará en la cárcel. Imagino que habrá muchos tiritando por lo que pueda contar", opinaba un internauta, mientras otro afirmaba: "Mucho tardaron, la cantidad de años delinquiendo y siendo un supuesto señor..."

El juez Penalva le imputa un rosario de delitos, desde pertenencia a organización criminal, corrupción de menores y narcotráfico, entre otros. Hasta le investiga por un supuesto homicidio.

"Por fin un poco de justicia... Todo el mundo sabía los chanchullos que lleva haciendo años y años, incluso la policía", aseguraban también. "En un par de meses, condenado a cinco años y en libertad bajo fianza. Así va España. Ya me extraña que lo hayan detenido y todo", expresaban los más escépticos. "Ahora veremos si no se marca una 'Infanta': no lo sabía, confiaba en ellos, no estaba enterado, era amor...", decían otros con ironía. "Mucho coraje ha tenido el juez Penalva", felicitaba un lector al titular del juzgado de instrucción número 12, que lleva la instrucción de la trama corrupta de la Policía Local de Palma y Calvià.

El empresario de la noche tuvo también algún que otro defensor: "Está claro que es un acoso y derribo para quitarle lo que ha conseguido... Digan lo que digan el testimonio que no se cuenta es lo bien que trata a los empleados, cobran cada mes y gracias a lo que tiene da de comer a muchas familias, además de cuidar de ellos y ayudarles en todo lo que puede", saltaba un lector a favor de Cursach que fue a prisión junto con su mano derecha, Bartomeu Sbert, mientras que el tercer detenido, Antoni Bergas, quedó en libertad con la obligación de comparecer cada lunes ante el juez.