El 20 de julio de 1969, 500 millones de personas vieron atónitas a través de sus televisores a los astronautas Neil Armstrong y Edwin Aldrin, tripulantes del Apolo 11, caminar sobre la superficie de la Luna. Andrés Ripoll, ingeniero aeroespacial de la NASA en los proyectos Apolo, Skylab y Apolo-Soyuz, los tenía al otro lado del intercomunicador.

"No he viajado al espacio, pero he visto más cosas que los astronautas, gracias a su información y a otra que ellos no tenían. Viajar al espacio ha sido un atractivo ancestral, y el proyecto Apolo fue el primer paso. A lo mejor significa que venimos de él, y que necesitamos volver a él".

Andrés Ripoll Muntaner, uno de los mallorquines más universales del último medio siglo, ingeniero aeronáutico, persona clave en la misión espacial de la NASA que puso al primer hombre en la Luna, primer director del Centro de Formación de Astronautas de la Agencia Espacial Europea y el hombre que entrenó a Pedro Duque y que consiguió que cumpliera su sueño de viajar al espacio, falleció el domingo en Palma a la edad de 83 años, después de una vida plena entregada a la investigación espacial.

Su funeral se celebró anoche en la iglesia parroquial de la Santa Creu. Estaba casado con María Jesús Merchan, tenía cinco hijos (María José, Juan Luis, Andrés, Beatriz y Gonzalo) y siete nietos.

De familia mallorquina, Ripoll nació en Barcelona en 1933, pero ya muy pronto regresó a la isla. En 1952 ingresó en la Academia Militar de Zaragoza. En 1957 dejó el Ejército, obtuvo el título de ingeniero en la Escuela Politécnica de Madrid y amplió estudios sobre Investigación Operativa en la Universidad Complutense de Madrid y en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de Maryland, en Estados Unidos.

Persona muy cercana y afable, pero extremadamente rigurosa, fue profesor de la Politécnica de Madrid, donde además se sacó el doctorado. Entre 1965 y 1968 fue jefe de la sección de ingenieros que instalaron en España los misiles Hawk. Fue subdirector y jefe del departamento de Mantenimiento y Operaciones del centro de la NASA en Fresnedillas, en Madrid. Y participó en los programas Apolo, Skylab y Apolo-Soyuz, las tres grandes misiones de la investigación espacial.

Además, organizó y dirigió la Estación de seguimiento Espacial de la Agencia Espacial Europea de Villafranca del Castillo, en Madrid, desde donde impulsó programas de exploración de rayos ultravioleta y de rayos X. En 1983 fue jefe de un grupo de ingenieros que estudiaron la creación de un satélite español de comunicaciones. En 1986 formó parte del equipo que redactó el Plan nacional del espacio. Y entre 1988 y 1994 fue el director y el impulsor del Centro de Formación de Astronautas de la Agencia Espacial Europea, en Colonia, donde se formó el astronauta español Pedro Duque.

Fue autor de infinidad de estudios, libros científicos, artículos y publicaciones divulgativas. Una de las más populares es Una mirada al espacio, publicada por Galaxia Gutenberg. Ripoll recibió el Premio Ramon Llull en 2001 y la Medalla de Oro del Consell en 2010. Ese mismo año el Observatorio Astronómico de Mallorca, con el que colaboró asiduamente, bautizó un asteroide con su nombre.