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Opinión

El "binge eating"

El "binge eating"

No nos queda otro remedio que reconocer que tenemos un gran problema con la comida. En Europa, son muchos los adultos, entre 30 y 65 años, que andan sobrados de peso o son obesos. En nuestro país, casi la mitad de los españoles sufre sobrepeso, un 14,5 por ciento tiene obesidad grave y el 16,1% de los niños, de 6 a 12 años de edad, es obeso. Y es que abusamos de la comida rápida, rica en grasas y azúcares, con todas sus nefastas consecuencias. Y con las adicciones que generan. Según unas investigaciones llevadas a cabo hace unos años en la Universidad Rockefeller de Nueva York, el ingerir este tipo de alimentos puede resultar tan adictivo como la nicotina o la heroína. La verdad es que estamos llenos de adicciones. Y de manías. La última, el "trastorno por atracón". O el binge eating, como lo llaman los americanos. Me imagino que ya han oído hablar de él desde hace bastante tiempo. Es más frecuente en mujeres, en la tercera o en la cuarta década de la vida, y se caracteriza por la presencia de episodios repetidos de ingesta compulsiva, con una sensación importante de pérdida de control, tristeza y arrepentimiento. Además, como son muy recurrentes y no hay conductas compensatorias -tales como el vómito, el abuso de laxantes, el ayuno y el ejercicio físico excesivo-, estas mujeres suelen tener sobrepeso y, en ocasiones, obesidad franca. Lo cierto y curioso es que la mayoría de las personas que lo padecen manifiestan que se encuentran solas, tristes y estresadas y con los atracones intentan aliviar la sensación de tensión que experimentan. Es como si quisieran canalizar toda su problemática en un impulso irrefrenable por consumir comida y utilizan el atracón como una forma de huir de sus emociones, para llenar el vacío interno, o para evadir el estrés, la angustia y el dolor. Sin duda, estamos ante una problemática muy pero que muy importante, en la que el tratamiento dietético por sí solo no es suficiente, ya que suele aumentar el nivel de ansiedad y favorecer nuevos episodios que empeoran aún más el proceso. Por eso se precisa, además de la dieta restrictiva, ejercicio físico adecuado y un soporte psicoterapéutico y farmacológico, no debiendo menospreciar todo lo que conlleva este "trastorno por atracón" que, según los expertos, lleva camino de convertirse en un problema sanitario de gran magnitud y en la alteración más frecuente de la conducta alimentaria.

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