"La vergüenza en mi piel ha vivido tantos años, y el miedo también es un viejo aliado. ¿Qué me has hecho? Que no puedo dar ni un paso sin sentirme mal por dentro". Así comienza ´Maldito´, la canción que el grupo Assivie ha dedicado a las víctimas de la violencia y los abusos. Los integrantes del dúo, la cantautora Cristina Ariza y el músico Chris Langley, la ofrecen de forma gratuita, es decir, libre de derechos de autor, a cualquier entidad o asociación que luche contra los malos tratos y los abusos sexuales. También la ponen a disposición de los centros educativos que la quieran utilizar para actividades de concienciación y prevención, indica Ariza, autora de la letra del tema, que incluirán en su primer disco, ´Inmenso´. También ha solicitado una reunión con la directora insular de Igualdad del Consell de Ibiza, Judith Romero, para ofrecérsela: "Aún no me ha contestado".

Ariza explica que la canción comenzó a fraguarse hace unos tres meses: "Ves ese tipo de violencia todos los días en la televisión y la prensa. La violación de la chica en Pamplona, los abusos sexuales a niños, las mujeres que sufren malos tratos, las que mueren...". Hacía tiempo que le daba vueltas a la idea de escribir una canción sobre este tema que, además, conoce bien: "Tengo amigas íntimas que han sufrido abusos y malos tratos".

Así que, antes del verano, se decidió. Habló con estas amigas. Les explicó lo que quería hacer. Y les preguntó. Les preguntó mucho. De hecho, algunas de las frases incluidas en la letra son textuales de esas confesiones. Fueron momentos duros, indica la cantautora, que en más de una ocasión, viendo lo doloroso que era para ellas recordar, les pidió que pararan. "Pero no querían, querían explicarlo", comenta, admirada, Ariza, que recalca que su intención con esta canción era "intentar" transmitir lo que sienten las víctimas de la violencia machista y los abusos: "No podemos llegar a imaginar lo que supone el día a día para ellas".

Confesiones y testimonios

"Incluso después de años de terapia les cuesta mucho rehacer su vida porque siempre hay cosas les recuerdan aquello que sufrieron, al enemigo. Quedan muy tocadas", indica. Algunas le revelaron que años después siguen sin poder dormir, otras que se sobresaltan, que siguen teniendo miedo... "Que temo a la oscuridad, y a veces al silencio. Creí tanto en ti y ahora verte es morir por dentro", reza ´Maldito´.

La cantautora explica que cogió todas esas confesiones e intentó ponerse en el lugar de las víctimas para escribir la canción. "Que no puedo sonreír con libertad, que no siento el respirar libre y verdadero", canta en el tema, en el que repite varias veces una frase que no podía quitarse de la cabeza: "¿Qué me has hecho?".

Lo que más le sorprendió a Cristina Ariza de aquellos testimonios fue el sentimiento de culpa que le transmitían todas las mujeres. "Se sienten culpables", lamenta. Emoción que también plasma en la letra de la canción: "La culpable he sido yo, por guardar tantos silencios, las amenazas siendo niña. Las ganas de morir ganaban cada día. El abatimiento de mi juventud".

Ariza estaba escribiendo la letra cuando Langley le dejó escuchar una canción que estaba componiendo. "Funcionaban bien", recuerda, así que siguió escribiendo con aquella melodía en la cabeza. Cuando acabó, se la cantó a su compañero de grupo, para ver si le llegaba el mensaje. "Chris es inglés y no domina del todo el castellano, que a él le transmitiera algo era una prueba de fuego", indica la cantautora, que no puede evitar las carcajadas al tratar de recordar la respuesta de Langley: "Me dijo algo así como que tenía escarpias en la piel".

Hace poco más de una semana que dieron por acabada la canción. Y Ariza sigue sin poder dejar de pensar en detalles de las historias que dieron vida a ´Maldito´. "Una mujer que sufrió abusos sexuales entre los siete y los nueve años sobreprotege a sus hijos hasta que pasan esa edad", apunta. "Que me veo diferente al resto del mundo. Que me veo diferente al resto de la gente. Que no puedo amar porque le cuesta a la piel. ¿Qué me has hecho? Que no puedo dar ni un paso sin sentirme mal por dentro", concluye la canción.