"Esto tiene de todo para ser una gran relato: un lugar mágico, Mallorca; un palacio encantador; una pareja de aristócratas (lástima que falte un plebeyo) y un Obispo. El Nuncio de S.S. y el Vaticano también puede ayudar... Lo que haría Quevedo con esos mimbres", se recreaba un lector recordando el escándalo a nivel nacional en la Iglesia de Mallorca, cuando DIARIO de MALLORCA desveló el pasado 8 de diciembre de 2015 la relación de Salinas con su secretaria, por lo que el prelado fue llamado a capítulo a Roma y, al final, destituido.

La sociedad mallorquina quedó conmocionada con el desarrollo de la exclusiva de este diario que mostraba las imágenes de la investigación de los detectives, pagados por el marido despechado, revelando encuentros nocturnos en el Palacio Episcopal. El desenlace del escándalo ha mantenido expectantes a los internautas esta semana, que en su mayoría, celebraban que Salinas sea sustituido por el menorquín Sebastià Taltavull.

"Hay que quitarlos de la Iglesia cuando no se portan bien en su trabajo, porque cobran una paga igual que los funcionarios y los políticos", sostenía un lector, mientras otro se indignaba: "El Vaticano debería destituirse a sí mismo como órgano mentiroso, lucrativo y piramidal. ¿Hasta cuándo vamos a dejar que la Iglesia tenga tanto poder y no pague por sus crímenes pasados y actuales?"

Lo cierto es que el obispo defenestrado se despidió el pasado jueves, pidiendo disculpas por haber generado "preocupación", pero los lectores no se compadecían: "Y encima en las parroquias de Palma te piden que reces por nuestro obispo Javier, tiene guasa la cosa".

"Pues sí, fue un imprudente al dejar que los hechos se conocieran. Y el castigo es por esa imprudencia, que desprestigia a la institución. Si todo hubiera seguido oculto... aquí paz y después, gloria", reflexionaba alguien sobre el asunto. Otros prefirieron quedarse con una moraleja más romántica:"¿Hay algo más hermoso que el amor?"