Un grupo de científicos descubrió en las profundidades de un lago en la Patagonia argentina los restos fósiles del cráneo del que se cree es el pterosaurio o reptil volador más antiguo del período del Jurásico inferior, desconocido hasta el momento, al que se ha denominado Allkauren koi.

"Podemos decir que fueron reptiles voladores totalmente adaptados al vuelo, los huesos del cráneo son neumáticos y si los rompiéramos no tienen cavidades de aire. Este pterosaurio en particular tenía dientes y un pico, una especie de trompa alargada", relató hoy a Efe Ariana Carabajal, experta en neuropaleontología de la investigación.

En tehuelche, la lengua de los indígenas históricos de la zona del Chubut, ubicada en la región de la Patagonia, al sur del país, donde hallaron los restos, Allkauren koi significa 'cerebro antiguo'.

Carabajal fue la responsable de realizar las microtomografías en 3d de los restos del reptil volador, que, según ella, tiene un cráneo de cerca de siete centímetros, lo que lo hace único tanto por sus 170 millones de años de existencia como por su pequeño tamaño.

"Comparado con el de otras especies parecidas que conocemos, este tiene el tamaño de una garcita, pero es muy difícil saber su exactitud, ya que solo tenemos algunas partes del cráneo y unas vértebras del cuello", explica Carabajal.

Este es el primer cráneo con esta antigüedad y de cualquier especie del que se ha hecho una reconstrucción en 3d, ya que las tomografías hasta el momento se realizaban en 2d.

La investigación fue publicada hoy en un artículo en la revista científica PeerJ, y detalla los componentes que rodean a los restos craneales que encontró el equipo, formado por tres investigadores argentinos y dos alemanes.

El Allkauren no tiene las mismas características anatómicas de las otras dos especies de reptiles con alas y capacidad de volar de su era, el Mesozoico, también conocida como 'la era de los reptiles'.

La primera, el Rhamphorhynchus, fue encontrada en Alemania y corresponde al período Triásico, anterior al Jurásico y con una "anatomía craneal horizontal, parecida al Allkauren", pero era "más parecido a un cocodrilo actual, aunque con alas", asegura la experta.

La segunda, la Anhanguera, se encontró en Brasil y fue reconocida como un animal del período Cretácito, posterior al Jurásico y, por lo tanto, con una evolución diferente que acomoda las estructuras craneales y tiene un tamaño superior.

De este nuevo ejemplar, el tercero descubierto hasta la fecha, es "muy poco lo que se conoce", dice Carabajal, pero tiene unas características cerebrales que para la científica, lo hacen más semejante "a una paloma que a un reptil".

Por otro lado, los huesos de su oído también explican que este ejemplar tuviera el "equilibrio y estabilidad suficiente" como para alzar el vuelo.

Sin embargo, no se tiene la certeza de que esta especie sea la antecedente a las aves actuales, ya que durante la era del Mesozoico se desarrollaron evolutivamente otras especies.

Este es el caso de los terodópodos, que finalmente "alcanzaron el nivel de vuelo suficiente y desarrollaron plumas", algo que para Carabajal "no se puede asegurar de los pterosaurios".

El equipo científico determinó que el reptil alado había muerto en el lago, pero no pueden afirmar que nadara en el interior del mismo para buscar alimento.

"El ejemplar de Brasil sí tenía los dientes afilados como agujas, de forma que sumergía la cabeza y sus dientes hacían de colador para comer peces pequeños", afirma Carabajal, que añade que el Allkauren no tiene esos dientes y es probable que se alimentara de animales terrestres.