Unas 1.500 personas se acercaron al observatorio de Costitx durante la noche del 11 al 12 de agosto. Estaba prevista una jornada de puertas abiertas con motivo de las Perseidas, también conocidas como las lágrimas de San Lorenzo. Lo cierto es que la noche no resultó tan lucida como esperaban muchos de los asistentes que, reunidos en el patio del observatorio, esperaban observar los destellos de los meteoritos al incinerarse en la atmósfera. La causa de ello fue la gruesa capa de nubes que se mantuvo en el cielo hasta bien entrada la madrugada. Eso desanimó a muchos, quienes abandonaron pronto el lugar.

Sin embargo, las proyecciones del planetario sí que registraron la afluencia prevista. Incluso mayor de la que en principio se esperaba. Hace ya algunos años que la dirección del observatorio obliga a reservar plaza con antelación para asistir a alguna de las sesiones. No obstante este año se cobraron incluso dos euros para evitar la masificación de otras ediciones. Salvador Sánchez, director del centro, se mostró muy satisfecho con la respuesta popular, pero "probablemente el año próximo se deba incrementar ya que no es posible atender tanta demanda".

Las sesiones del planetario duraron unos 20 minutos y se prolongaron hasta más de las doce de la noche. En ellas se ofreció una explicación gráfica y de muy fácil comprensión para cualquier persona sobre el fenómeno astronómico al que se asistía.