La salud debe prevalecer sobre el bronceado perfecto a costa de la piel
El moreno uniforme es el objetivo de muchos bañistas pero las pieles pálidas también reclaman el derecho a su cuota de sol así que la crema protectora se ha convertido en una aliada para que los rayos ultravioleta no maltraten la epidermis. Si bien es cierto que algunas playas han empezado a oler a loción pegajosa, la salud debe estar por encima de la estética. Evitaremos los sustos cuando llegue el otoño, las playas se vacíen y asomen manchas que nos recuerden que el astro sol da la vida pero sin moderación puede resultar dañino.
Huele regular, embadurna la ropa, es difícil de poner y ensucia el agua
Que sí, que hay que protegerse del sol, pero admitamos que la crema solar podría mejorarse bastante. Huele regular, embadurna la ropa y ensucia el agua, es difícil de poner -que tengan que ayudarte se agradece si la compañía es buena, pero no todos los días es fiesta- y hay que estar cada dos por tres repitiendo. Por no hablar de la muestra cubista que deja sobre la espalda si no se aplica a conciencia. Prefiero estar menos tiempo al sol que tener que sufrir la dictadura de los protectores.
