Seis personas han sido trasladadas al Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), una de ellas por una cornada "menos grave" en una pierna y el resto por traumatismos, tras participar en el séptimo y penúltimo encierro de los Sanfermines 2016.

Según el parte médico facilitado por el CHN, el herido por asta en su pierna izquierda es M.L.O., estadounidense de 39 años, quien ha sido cogido en la Plaza Consistorial aunque su estado es "menos grave".

En cuanto al resto de los heridos, además de uno que ha sido conducido al ambulatorio Doctor San Martín, las ambulancias han trasladado a cinco al hospital, el primero de ellos un vecino de Huelva de 55 años, M.A.M., con un traumatismo craneal sufrido en Mercaderes.

Con un traumatismo abdominal de pronóstico reservado se encuentra pendiente de valoración J.J.M., de 25 años de Alicante, sufrido en la confluencia de Estafeta con Espoz y Mina; mientras que el estadounidense J.R.O., de 53 años, ha sufrido en Telefónica un traumatismo y la probable fractura de su tobillo derecho.

También en Telefónica el madrileño de 31 años J.C.H. ha recibido un golpe en la rodilla y un traumatismo lumbar leve; y en Santo Domingo V.F.G., de 28 años y de Valencia, ha sufrido un posible esguince de su rodilla izquierda, de carácter leve.

Los toros de Núñez del Cuvillo, ausentes en Pamplona desde 2011, han ofrecido esta mañana un encierro rápido y emocionante.La carrera, que ha durado dos minutos y medio, ha tenido menos corredores que otros días, posiblemente por la lluvia que ha caído sobre la ciudad hasta una hora antes del encierro, lo que sin embargo no ha afectado al normal discurrir de éste gracias al líquido antideslizante que días atrás se repartió por varios tramos y que reduce los resbalones de mozos y animales.

A las 8 de la mañana, tras escucharse los tres cánticos de los mozos pidiendo protección a San Fermín y las campanadas de la Iglesia de San Cernin, ha estallado el cohete que abre la puerta de los corrales de Santo Domingo, por donde la manada ha salido encabezada por dos de los Núñez del Cuvillo.

En esta posición apenas han aguantado unos metros, ya que poco antes del contacto con los corredores ya eran los seis bravos los que abrían la carrera, que en este punto ha comenzado a escorarse hacia la derecha.

Poco después, el toro colorado ha tomado la cabeza y ha llegado a la plaza del Ayuntamiento barriendo el vallado derecho, donde varios corredores han caído al suelo y uno de ellos ha sido enganchado por las astas y volteado.

La manada ha cruzado rápida y estirada la calle Mercaderes, donde se han producido varias caídas, y ha enfilado la curva de la Estafeta con un astado negro abriendo la marcha.

Sin llegar a caerse al suelo, el burel ha chocado y perdido el ritmo, lo que ha dado tiempo a sus hermanos a alcanzarle y reagruparse.

Cuatro toros han ocupado la primera posición de la manada a lo largo de los 300 metros de esta calle, que han recorrido en fila y sin prestar atención a los corredores, algunos de los cuales han hecho contacto físico con los astados al acercarse a ellos demasiado.

Ya en Telefónica un toro ha chocado con el vallado derecho y caído al suelo, haciendo que otro de sus hermanos topara con él y perdiera también el equilibrio, lo que ha dejado a ambos rezagados unos metros a la entrada a la plaza de toros, donde ninguno de los bravos gaditanos ha planteado problemas para ir a los chiqueros