­Apostar por una alta gastronomía, buen hacer, mejor gusto y satisfacer al cliente es la filosofía del grupo hotelero Hesperia, con sus marcas NH Hotels, NH Collection, Nhow y Hesperia Resorts, como manifestó Hugo Rovira, director general para España y Portugal, con motivo de la inauguración del Hesperia Villamil de Peguera, de cinco estrellas. El hotel que reúne varios restaurantes y terrazas con diversas respuestas culinarias.

Unos quinientos invitados a la celebración de apertura de este ampliado y remozado hotel pudieron conocer en directo el nivel culinario de los cocineros de los establecimientos del grupo, unos 174, representados por nueve de ellos. Y fue grata sorpresa para los invitados, ya que capitaneados por Oscar Velasco, jefe ejecutivo de cocina del restaurante Santceloni, marca de Hesperia, situado en Madrid y con dos estrellas michelin, acompañado del jefe de comedor Abel Valverde, vieron cocinar varios de las sugerencias servidas. Así, distribuidos por diversas zonas del hotel cocinaron Alberto Juárez, del Playa Dorada de Lanzarote, José María García Bueno, que oficia en el Zubialde de Bilbao; Agustín Aristondo, responsable de las cocinas del Kukuarriz de San Sebastián; Nofre Vaquer, máximo oficiante en el Ciutat de Mallorca y Toni Mauro, con su segundo David Raya, responsable ejecutivo en el Villamil de Peguera. Guillermo Salgado, jefe de cocina del departamento de comidas y bebidas del Grupo Hesperia, estuvo pendiente de que todo saliera perfecto.

Entre las veinticinco recetas que pudieron degustar los numerosos asistentes se encontraba uno de los más originales y a la vez gustosos, un rollo de pasta crujiente rellena de sardina, uno de los bocados más exitosos del equipo de cocina del Villamil. Otros sorpresas culinarias fueron un taco de atún con mermeladas de cebolla y sésamo; un miqui de foi con fresa y alga marina; el puré a dos texturas de frambuesas y guisantes o un taco de papada ibérica con mango y maíz. Antes de unos postres variados, no faltó una tabla de cinco quesos diferentes, todos españoles, incluido uno menorquín. No faltaron vinos mallorquines entre los servidos.