Alfonso Robledo, conocido empresario de restauración inauguró, con asistencia de unos doscientos invitados, el restaurante Ses Coves de Gènova, que incluye dos terrazas, del que se ha hecho cargo recientemente. Su oferta gastronómica que reúne recetas recetas de diversos puntos de España, con cierto acento mallorquín, se combina con un asador de leña. Asimismo, los comensales pueden disfrutar de la visitas a las cuevas, que dan nombre al restaurante. Se trata de un prodigio subterráneo de la naturaleza, a través del tiempo, en donde se llegan a alcanzar casi los 40 metros de profundidad. El visitante se encuentra con conjuntos de estalagmitas y estalactitas, que se pierden en la noche de los tiempos. Si bien sus dimensiones son reducidas, comparadas con otras cuevas de la isla, son una formación geológica de cautivadora belleza, realzada por la renovación de su equipamiento eléctrico, con una iluminación de diferentes tonalidades, que sorprende gratamente a mallorquines y visitantes. En la inauguración, los invitados pudieron disfrutar de un variado aperitivo, como de un espectáculo audiovisual de las cuevas.