"¡Qué envidia! En esos cruceros te sientes un marqués... qué lujazo, antes no podían entrar esos barcos a puerto. Buena reestructuración y buena política del puerto para fomentar este tipo de turismo que tanto bien hace a Mallorca", señalaban los optimistas por la llegada del crucero más grande del mundo, que recalará en Palma todos los lunes hasta finales de octubre.

Los gastos que hacen los tripulantes en Palma también fueron un argumento a favor. "Pues yo creo que sí que dejan dinero estos cruceristas en la isla, y por lo tanto deben venir. Qué manía con que no queréis turistas. Vivimos de esto señores y a quien no le convenga que se vaya de Mallorca", aseguraban algunos.

El Harmony of the Seas, sin embargo, también ha despertado la desconfianza de muchos que piensan que "este tipo de turismo no trae ningún beneficio ni para el medio ambiente, ni para los comercios, ni para los mallorquines".

"Pues a mí me preocupa la cantidad de agua que necesita este crucero diariamente y la contaminación que produce ya que nunca apagan motores. Encima no dejan tantos beneficios en la isla ya que en el mismo barco tienen de todo y ahí es donde realmente se queda el dinero de estos turistas".

Pero si algo encendió a la mayoría esta semana fue el altercado protagonizado por un clan familiar en el área de Pediatría del hospital Son Llàtzer. "Los arresten o no cuando vuelvan volverán a hacerlo, es su lema: chilla y amenaza y te atenderán antes", comentaba un lector espantado como todos por los gritos, insultos y amenazas de muerte al personal médico y al resto de sanitarios. "Lo que más me indigna es que no se detenga a nadie después de montar la que montaron", se lamentaban también.

También hubo polémica con el incendio del autobús de la EMT en Illetes que tuvo lugar el pasado lunes. "Con la caña que les dan a estos aparatos y a sus motores, raro es que no ardan más. Por favor, renovación de autobuses ya", reclamó un lector.