Los vinos de la vendimia 2016 de las Bodegas José Luis Ferrer, situada en Binissalem, maduran en depósitos de acero inoxidable, tinas y barricas de diversos volúmenes en la nueva instalación, ubicada entre la sede primitiva. Si bien el próximo lunes por la tarde se celebrará la inauguración de esta nueva bodega de la familia Roses Ferrer, el martes se realizó una visita para los medios informativos, con cata y cena incluidas.

Esta nueva construcción, de unos 1.600 metros cuadrados en tres plantas, diseñada por los arquitectos Perico Alcover Montaner y Juan González de Chaves, está dedicada a la elaboración y crianza de los vinos blancos, tintos y bruts de la gama Véritas, junto a la Ferreret, que consta de tres tintos varietales conseguidos con las variedades autóctonas Manto Negro, Callet y la recién recuperada y autorizada Gorgollassa. Estos tres últimos vinos son la apuesta de la cuarta generación de la bodega creada por José Luis Ferrer, en 1931.

José Luis Roses, junto a sus hijos Maria y Pep, ambos completamente integrados en esta empresa enológica familiar, mostraron la nueve bodega, en la que dominan los espacios amplios. En la primera planta se encuentran las baterías de depósitos semitroncocónicos e isotérmicos y tinas, con capacidad total de vinificación de casi 130.000 litros. Bajando al sótano se localiza a mano derecha la sala de pupitres para el brut, contando con un giropalet que acelera el proceso del removido y de la puesta en punta, lo que aumentará la elaboración de Brut Nature. En la zona de crianza se alinean varias largas líneas de barricas de roble, de diversas procedencias, y dos capacidades diferentes. Subiendo a la segunda planta la sorpresa lumínica está en la artística lámpara de Guardiola.

Dominando un amplio espacio, frente a las viñas laterales, se encuentra la zona dedicada a catas, una cocina completa y móvil y servicios. Tras la cata comentada por el enólogo de la bodega, Arnau Galmés, de las últimas añadas de los vinos de la gama Véritas, se sirvió una cena con uno de los menús clásicos de la familia Roses Ferrer a base de gambas del mar isleño, lechona al horno de leña y el dulce Cardenal, todo ello acompañado con los vinos Véritas Roig 2015, Reservas 1999 y 2007 y cerrando la velada se sirvió el Dolç 2015.