El Holi, la fiesta que tiñe cada año de colores la India para recibir la primavera, se ha instalado en Mallorca, sin connotaciones religiosas y explotando su lado más lúdico. Entre junio y septiembre se desarrollarán una veintena de estos espectáculos en distintos puntos de la geografía insular, en los que la gente se pintará y lanzará polvos de colores brillantes llamados gulal para celebrar el triunfo del bien sobre el mal.
Balear Acustic es una de las empresas que ha centrado su oferta en una celebración que apuesta por la alegría, la diversión, la música y la danza. "Tuvimos la idea viendo un episodio de Españoles por el mundo dedicado a la India, y tras ver en qué consistía el Holi, nos dijimos: ¿y si inventamos algo así para Mallorca?", recuerda Antonia Prados, responsable de esta empresa de espectáculos con sede en Palma.
El pasado 30 de mayo, en Son Carrió (Sant Llorenç des Cardassar), tuvo lugar la primera de sus Holi, "una fiesta preciosa, con un colorido total" que ha conseguido arrinconar a otros espectáculos que tiempo atrás dominaron en verbenas y demás festejos populares, caso de la fiesta de la espuma.
La Festa dels Colors, nombre con el que se anuncian en Mallorca estos espectáculos, promete ser la fiesta del verano en Balears. La agenda de Balear Acustic apenas tiene huecos en los fines de semana del estío que se avecina: 23 de junio en el Portitxol, 1 de julio en s'Arenal de Llucmajor, 9 de julio en Es Mercadal (Menorca), 29 de julio en Peguera, 30 de julio en Inca y Valldemossa, 31 de julio en Es Figueral, 3 de agosto en la barriada de Génova, 23 de agosto en Consell, 26 de agosto en Son Rapinya y, ya en septiembre, en distintas discotecas de Eivissa y en el Parc de la Mar de Ciutat.
El momento mágico de esta versión mallorquina del Holi radica en el lanzamiento de polvos de colores (verde, naranja, rosa, rojo, azul cielo y fuerte, amarillo y lila) hechos de fécula de maíz y colorante 100% alimentario.
"Los polvos de colores están frabricados con componentes naturales y son absolutamente seguros para el uso de personas, así como para el medio ambiente", aseguran los organizadores de estas fiestas, aunque desaconsejan su uso "para asmáticos o personas con otros trastornos alérgicos".
Como ocurre con otras fiestas, como los correfocs, el vestuario suele preocupar a los participantes, que pueden tener dudas acerca de si el polvo manchará sus ropas. Como el objetivo es mancharse de vivos colores, se recomienda la "ropa más vieja del armario, preferentemente de color blanco, para que resalten más los colores".
¿Qué pasa si los polvos caen en la boca, en los ojos o en los cabellos?, se preguntarán muchos participantes. En el primer caso, el de la boca, no hay que alarmarse, según sus organizadores, "gracias a que se hacen a base de ingredientes alimentarios". Para evitar que no entren en los ojos se aconseja el uso de gafas de sol aunque se asegura que "no contienen sustancias irritantes ni nocivas" para la vista. En cualquier caso, mejor "lavarlos abundantemente con agua hasta que la molestia, si la hay, desaparezca". Por último, en el caso del cabello, se advierte a los rubios teñidos que tengan cuidado, ya que "normalmente la estructura del pelo ha sido dañada y es posible que pequeñas partículas de polvo queden encajadas en este pelo dañado. Se aconseja acondicionar el cabello con algún aceite para evitar el pelo pintado".
La música, para Balear Acustic, también es parte fundamental de esta fiesta, junto a la danza. Entre cañonazo y cañonazo de polvos, lanzados desde el escenario, suenan los ritmos elegidos por el DJ Manu Blanco y aparecen en escena bailarinas inspiradas en Bollywood. "La nuestra es una fiesta temática, una especie de discoteca al aire libre", subraya Antonia Prados.
Se trata de espectáculos pensados para todos los públicos y sobre todo triunfa entre los adolescentes. "Los quinceañeros, con las hormonas a flor de piel, se vuelven locos", afirma Prados.
La "occidentalización" del Holi no está bien vista por la comunidad hindú residente en la isla. "El Holi es un festival de origen religioso que se celebra para recibir la primavera. Nosotros lo celebramos una sola vez al año y aquí en Mallorca estamos viendo que cada fin de semana se hace algo bajo el nombre de Holi. Fiestas que nada tienen que ver con la nuestra y que la deterioran. Se aprovechan de ella", espeta Kabir Gupta, responsable del Baisaki, uno de los restaurantes de Palma que pinta a sus clientes con los colores del Holi.
De gran popularidad en países como Nepal, Sri Lanka o Malasia, el Holi se ha expandido por todo el mundo.
