Al fin se ha abierto el proceso para presentar candidaturas a la plaza de director-gerente de la Fundació Palma Espai d´Art. Una buena noticia que aún sería mucho mejor si se presentaran para el puesto perfiles de altísimo nivel en conocimientos de arte contemporáneo e idiomas y con amplia experiencia en la gestión de centros artísticos. El motivo: va a hacer mucha falta alguien con las ideas claras, muy independiente y profesional pero a la vez dialogante con la comisión asesora que se creará, formada por integrantes de varias asociaciones culturales del sector local. Está claro que habrá que evitar paralizaciones y bloqueos en las reuniones, así como posibles disputas internas entre las asociaciones que conforman la comisión. La razón: urge remontar una institución que está en horas bajísimas en cuanto a programación y funcionamiento. Las gestoras de Ses Voltes han acabado su contrato y en breve se inaugurará en el Solleric una exposición de joyas de los alumnos de S´Estellera, un centro formativo, taller de joyería y gemología. No tengo nada en contra de este tipo de trabajos, es más, he escrito sobre ese taller con gusto, pero la trayectoria y el espíritu del Solleric son otros aunque ahora pretendan marearnos por estar a la desesperada. Es curioso porque en la pasada legislatura, recuerdo muchas voces críticas de la izquierda cuando Margalida Moner (PP) programó en el Teatre Principal compañías amateur, galas del deporte o según qué montajes. No entiendo por qué con los espacios dedicados al arte contemporáneo las izquierdas se relajan y muestran mayor laxitud con los contenidos. Dobles raseros. ¿Acaso relacionan arte contemporáneo con elitismo? ¿Qué diferencias puede haber con el buen teatro de autor? Yo se lo digo: ninguna.
Pese a los disgustos institucionales, cabe señalar que se ha cerrado la semana con dos buenas propuestas para el arte contemporáneo: el Art Palma Summer, con buena acogida por ser la primera edición, y el proyecto Art Fair de L21. Como ya señalé en la crónica, se espera una mayor implicación de todas las galerías en la siguiente entrega del nuevo evento de Art Palma. En cuanto a L21, las ponencias programadas han sido un éxito, un oasis de contenidos de calidad en una isla con grandes déficits de excelencia.
El anuncio por parte de Cort de un concurso bautizado como PalmaTalent me ha causado cierta incomodidad. Se trata de un certamen de playback y karaoke que se celebrará en las primeras fiestas de verano de Palma. Mi asombro viene porque el Ayuntamiento ha contratado a una empresa la gestión y producción de este evento musical cuando todavía tiene pendiente buscar y ofrecer a todos los músicos de esta ciudad un espacio digno donde ensayar. El premio para los ganadores del playback consistirá en una actuación en las fiestas de Sant Sebastià 2017. Vemos que participación y transparencia hay aparentemente mucha en el consistorio, otra cosa es que se solucionen los problemas. ¿De verdad que ha escuchado este Ayuntamiento al sector musical y sus opiniones autorizadas respecto a la calidad y coherencia de las actuaciones en nuestras fiestas patronales?
