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Redes sociales

Youtubers mallorquines, estrellas 2.0 que empiezan a hacer caja

Los usuarios isleños con canal propio en YouTube reconocen que les ha abierto puertas y en algunos casos brindado ingresos

No todos hacen caja o han establecido relaciones económicas con marcas o empresas, pero muchos de ellos sí han empezado a obtener rentabilidad -unos más que otros- de sus vídeos en YouTube. Madrid y Barcelona siguen siendo los epicentros de los youtubers españoles, pero Mallorca también es tierra fértil para estos creadores de contenido audiovisual digital que suman decenas de miles de seguidores y en algunos casos millones, convirtiéndose así en rutilantes ídolos de adolescentes sobre todo. No en balde el 93% de los niños usa YouTube.

Toni Nievas, 40 años, es un histórico en esta red de vídeos. Podría decirse que es un preyoutuber. Lanzó sus tempranas probaturas audiovisuales en internet al tiempo que nacía esta plataforma. Corría el año 2005. Desde el primer momento, se centró en crear piezas de ficción humorísticas y así sigue desde entonces. Su línea de actuación -la comedia de autor- es de las más minoritarias en YouTube. "Como cómico, o estás en primera línea en televisión o malvives con lo que haces en internet", apunta. Sin embargo, reconoce que sus piezas en esta red le han servido de plataforma para trabajar fuera de YouTube. "Ha sido mi trampolín, pero nunca he visto un duro. No he conseguido millones de visitas en cada vídeo, pero sí fans muy fieles a lo largo de todos estos años. Incluso algunos me han parado por la calle", relata.

"Gente como Didac Alcaraz o los Venga Monjas, que están en mi línea, no han sacado dinero de esto ni han venido marcas a buscarnos. A los cómicos no nos han querido", asegura. Una situación opuesta a la de muchos adolescentes con webcam que atesoran millones y millones de visitas pero que amenazan con ser flor de un día, sobre todo a medida que cumplen años y se van distanciando de las audiencias más jóvenes. "A mí no me interesan los vídeos de esas nuevas generaciones: chicos y chicas abriendo cajas después de ir de compras y ganando dinero con eso", confiesa Nievas.

En las antípodas del cómico está Kevin Qué Bien, 19 años. En su caso, una networking -2btube- dedicada a fomentar el desarrollo de talentos digitales le asiste en sus movimientos por las redes y en las posibilidades de obtener beneficios. "Tener una networking le da un aspecto más serio y profesional a lo que haces, a tu perfil, a tu marca personal", considera Kevin, quien prefiere ocultar su nombre completo. Asimismo, "si se hace una presentación de algún producto, tu networking, que es una especie de representante, te llama para que vayas y te hagas una foto para las redes sociales o un tuit", explica. "Hay gente que cobra mucho dinero de las marcas por escribirles un tuit", desvela Nievas. "Las marcas quieren youtubers famosos porque son influencers muy potentes. Si hacen un evento, les invitan para que éstos hagan algún tipo de contenido bajo un mismo hashtag. La intención es conseguir viralidad o que sea Trending Topic", agrega Kevin. En cualquier acción de marketing viral -aquella que consiga que un elemento se propague muy rápidamente en poco tiempo-, la idea lo es todo. Ya no es necesario hacer una fuerte inversión de publicidad. Por eso, las grandes marcas están apostando por este tipo de vídeo y en concreto por estos jóvenes que rezuman frescura y acumulan millones de seguidores en las redes.

La situación ha llegado a tal extremo que incluso hay youtubers con caché. "Como entenderás, a esas fiestas o presentaciones de las marcas no se va gratis", comenta Kevin, "te pagan por asistir". Estas mieles todavía no han sido catadas por Kevin o Nievas. Pero sí es habitual para youtubers como Rubius, que compite en seguidores con Beyoncé o Justin Bieber. "Rubius es fresco, comunica bien y conecta con la gente", opina Nievas. Además es versátil: graba piezas de partidas de videojuegos, de cosas cotidianas que le suceden, de chatroulettes -que consisten en interactuar de manera aleatoria con gente desconocida por vídeo chat- o hasta hace cámaras ocultas y bromas.

Pero esto no es todo. El fenómeno youtuber está yendo más lejos. "De estar encerrado en casa haciendo vídeos, hemos pasado a los directos, a los escenarios", comenta Kevin. "Hay youtubers que han alcanzado tantos seguidores que las productoras se han interesado en ellos para hacer dinero", continúa. "Les diseñan un show para girar por los teatros", detalla. "En general, son montajes bastante incorrectos y provocadores, tanto que algunas salas de los ayuntamientos no los programan", comenta Kevin. "Los padres no saben lo que ven sus hijos y se encuentran en estos shows con chistes de alto calibre y con contenido bastante adulto", prosigue Nievas, que en los últimos tiempos sube únicamente a YouTube contenido que ya ha vendido en los programas de radio nacionales donde colabora: Yu: no te pierdes nada de Los 40Principales o El Palomar de la Cadena Ser.

Kevin, ahora estudiante de Diseño Gráfico, empezó escribiendo en un blog, "pero tenía la sensación de que le escribía a la nada". Entonces, se abrió un canal en YouTube como campo de pruebas. "Quería ver cuántos haters [usuarios que critican por sistema] me salían, pero empecé a tener seguidores", relata. "Me grababa aburrido en mi casa, hablaba de mis cosas y buscaba feedback", apostilla. "Poco a poco, fui comprobando que cierto nicho de público demandaba una serie de contenidos determinados", indica. "Yo suelo hablar de experiencias y anécdotas personales, hablo de temas que me preocupan [algunos son la moda o las tendencias/estilo de vida] o de la actualidad", desvela. Piensa que vivir en Mallorca limita los réditos -en su mayoría de la publicidad- que un youtuber podría obtener. "Ahora hay que estar en Madrid. Las empresas quieren que estés ahí, es el lugar para establecer esas relaciones comerciales con las marcas. Al vivir en Palma, me salen menos cosas. En un futuro, me gustaría irme a vivir a la capital", confiesa. "También aspiro a la profesionalización y a hacer otro tipo de contenido no tan dirigido a público adolescente", prosigue.

Lo que está claro es que estos primeros años en YouTube le han abierto muchas puertas: trabajo, amigos y contactos. "Trabajé para una entidad en Madrid a la que le interesaba gente con un perfil que pudiera manejar las redes", explica. "El community manager no está tan al día como alguien que está todo el día en las redes. El youtuber sabe cómo moverse con las marcas y en qué lenguaje hablan. Es un mundo que va muy rápido y hay que vivirlo día a día", señala Kevin, quien actualmente colabora como presentador en AwesomenessTV España, un canal de contenidos para YouTube importado de EE UU. "Hay realities y otros formatos. Yo presento Y yo te lo cuento, que son noticias de actualidad de famosos. Los vídeos los grabamos en Madrid", refiere.

Cuando a Nievas y a Kevin se les pregunta por la definición de youtuber mencionan tres palabras: "Son presencias, marcas y comunicadores". "Detrás de los más importantes hay editores y guionistas. Nosotros no hemos entrado en esa burbuja de marcas", aseguran. Si hubiera que nombrar al youtuber más famoso o seguido de Mallorca, no dudan en citar a Luna Dangelis, con más de 880.000 suscriptores a su canal. Este diario intentó ponerse en contacto con ella a través de sus redes sociales y su networking o representante, pero no hubo respuesta. "Ella sube un vídeo al día y tiene cien mil visualizaciones", calcula Kevin. "Es una gamer, juega y comenta videojuegos. Es muy buena. El sueño de todo friki de los videojuegos es que le paguen por jugar en casa".

Otro gamer con el que sí ha contactado este periódico es Ampeterby7, Andrés en la vida real, 16 años. Su canal está centrado en las partidas con el archiconocido Call of Duty. "No voy a cambiar de momento. Cuando tienes un público, pienso que no lo puedes traicionar", asume. Cuando se le pregunta si ha hecho caja con sus vídeos, asiente. "Un poco, pero la gente se piensa que esto no lleva trabajo y en realidad es muy laborioso. Te ha de gustar mucho porque, si no, no aguantas". Andrés, quien asegura que únicamente se necesitan una webcam, una capturadora, un micro y un programa de edición para producir las piezas, comenta que no trabaja específicamente para una marca en concreto. "Algunas se te acercan y en alguna ocasión he aceptado, pero siempre esa empresa ha de casar con mis principios", comenta. En este sentido, confiesa que ha accedido hacer publicidad de algún accesorio de videoconsolas y que ha cobrado por ello.

La naturalidad y la cercanía son los puntos fuertes de los youtubers. "Nuestra audiencia nos ve como sus mejores amigos", considera. Además de poder ver los vídeos en cualquier horario, "los gamers estamos ofreciendo un contenido que no se ofrece en la tele convencional", apunta. Para Ampeter, youtuber es un trabajo, un oficio como otro cualquiera. "Para ganar dinero con esto, hay que tener un canal muy grande, con mucho contenido y muchos clics, pero no tanto como nos creemos", concluye.

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